Freddy Illanes Vedia
El compromiso de la medicina natural es con la vida humana, de la familia de la nación, porque “constituye el tesoro más preciado”, que se lo debe considerar hoy y mañana, con la ciencia de la botánica aplicada a la medicina, como se lo hizo en el pasado. Es la materia prima de donde se extrae los principios activos para sustentar la medicina científica, también conocida como la medicina occidental o alopática.
Algo así como un tenue manto de misterio cubre todavía los orígenes de la medicina natural, cuyos cultores la transportaron por varios países del continente americano en Europa y otras latitudes del planeta. Muchos antropólogos han dedicado profundas investigaciones a este tema científico natural, para conocer las costumbres y conocimientos de curación herbolaria. Pero más allá de las especulaciones, el kallawaya, heredero de la secreta lengua puquina, sigue siendo el cotizado médico naturista de curva, una población de los Andes bolivianos, creada como capital en 1983, durante el gobierno del Dr. Hernán Siles Zuazo, según las reminiscencias del médico naturista Dr. Toribio Tapia Valencia.
A él podrán acudir pacientes nacionales y extranjeros desahuciados por la ciencia médica occidental y retornar sanos y salvos a sus países de origen. En el Centro Científico de Medicina Naturista del Dr. Tapia Valencia se demuestra toda la sabiduría de la medicina andina, como sostiene el pionero de la fundación de Curva. El mencionado ex parlamentario, quien fuera también presidente del Parlamento Indígena del Continente Americano y delegado ante las organizaciones Panamericana y Mutual de la Salud, OPS y OMS, consiguió la Medalla de Oro para Bolivia, otorgada por la Confederación Internacional de Asociaciones de Medicinas Alternativas Naturales, con sede en Madrid – España y Ginebra – Suiza, entregadas al entonces Presidente de la República de Bolivia, Dr. Víctor Paz Estenssoro, en homenaje a que fue el primer país en reconocer oficialmente la vigencia de la “medicina natural tradicional”, por gestiones directas realizadas por el Dr. Tapia Valencia.
Citamos algunos de sus méritos, ya que su trayectoria data de más de 50 años, tiempo en el que recibió numerosas condecoraciones de autoridades de organismos internacionales y nacionales. Recibió el certificado de reconocimiento como médico tradicional y doctor en medicina naturopática, expedido por la Organización Panamericana de Salud y la Organización Mundial de la Salud OPS/OMS, firmado por el director Dr. George AO Alleyne, con sede en Washington, Estados Unidos de Norte América y por el Dr. José Antonio Pagés, excelentísimo embajador de la OPS/OMS en Bolivia.
Un título otorgado a Bolivia por la Organización de Naciones Unidas para la ciencia y cultura, declara a la cultura Kallawaya en la cosmovisión andina, como “obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad”. El Dr. Tapia Valencia se ha convertido en su principal promotor, al difundir los valores curativos de la medicina tradicional de Bolivia y del mundo entero.
Recibió el título de “Dr. Honoris Causa”, expedido por la “The Open Internacional University for Complementary Medicines, en forma conjunta con el Dr. Anton Gayasuriya, y el Ministerio de Salud Pública del Gobierno de Fidel Castro, República de Cuba, por su desinteresado aporte al desarrollo de la medicina tradicional en el continente americano y a nivel mundial (La Habana, abril de 1990).
Es miembro honorífico del Colegio de Médicos Homeópatas de Colombia y en 1984 el presidente de médicos naturópatas a nivel mundial, Dr. Fermín Cabal Menéndez, lo nombró miembro honorífico de la Asociación Hispánica de Naturópatas colegiados, AHINACO, (Madrid – España).
Y finalmente el Ministerio de Previsión Social y Salud Pública de Bolivia le otorgó sus respectivos credenciales, su matrícula profesional de botánica medicinal y Doctor en medicina Naturopática con el No. T-1 y matrícula profesional de Terapeuta medicina tradicional No. T-1.
Por todo esto el Director a.i. de la Unidad Sanitaria de La Paz en mérito a los antecedentes autoriza la apertura y funcionamiento de su consultorio. En Bolivia el reconocimiento al valor científico de la medicina natural lo tiene bien merecido, ante muchas imposturas de hoy.
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