Cambió pasión por obligación

“He tenido que darle gusto a mi papá y gracias a él me gusta el atletismo”, son las primeras palabras que salen de Lizeth Rojas cuando interrumpimos su trabajo matinal en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro.

Esa obligación que se transformó en pasión, convirtió a Lizeth en promesa deportiva y le brindó la oportunidad de acceder a la beca del Fondo de Inversión para el Deporte FID, “he subido, he mejorado mis tiempos porque me faltaba sobrealimentación y pude recuperar mis marcas, dijo.

“No me gustaba correr, mi papá me obligaba y con el tiempo me trajo a Oruro donde conocí a Nemia , haciendo referencia a su entrenadora, con ella desde mis 10 años aprendí la técnica del atletismo”.

“Me levanto a las cinco de la mañana, salgo a trotar hasta las siete, por la tarde hago las series de trabajo y repito esta rutina todos los días”, dijo Lizeth.

Esta historia nos cautiva en la trama cuando la protagonista nos cuenta más de su vida,” a mis 12 años hice la mejor marca en los transandinos de Chile que me clasificó al Sudamericano de Colombia. Soy atleta de medio fondo y quiero llegar a fondo, si puedo pensaré en el maratón porque la exigencia es alta para mi edad”.

Los recuerdos invaden el ambiente, están los alegres pero no se pueden dejar de lado los tristes, “al principio nadie me apoyaba, recuerdo que en Oruro me hacían llorar porque la gente se agarraba conmigo y quería irme, pero Nemia me dijo que siga y hoy estoy subiendo, subiendo”.

Ese ascenso le permitió a Lizeth ser considerada para la Beca a las Promesas Deportivas, “hay apoyo cuando lo pedimos y con el FID estoy recuperando mucho más.

El apoyo consistente en Bs. 2800.- es un incentivo al rendimiento del atleta, es evaluado cada tres meses para continuar o dejar el puesto a otro deportista mejor ubicado, ” tengo que seguir mejorando, estoy entrenando para los Juegos Transandinos en Perú, esa es mi próxima meta”.