SALUD
l mayor temor de los padres primerizos es que su bebé se enferme, en este caso, porque no puede decir qué le molesta y no deja de llorar, pese a los esfuerzos desesperados de sus progenitores por calmarlo. En algunos casos puede tratarse del conocido problema del cólico del lactante, que es bastante común en aquellos que consumen leche en polvo y en otros casos en infantes que se alimentan con leche materna.
Al respecto, Femenina tuvo la inquietud de contactarse con la pediatra y neonatóloga de Embrovid, Ana Luz Moscoso, quien respondió a todas las interrogantes relacionadas con este tema en particular.
Comencemos por definir qué se entiende por cólico. “El cólico es el cúmulo de gases en el intestino que al distenderse provoca un dolor abdominal por el cual el bebé no para de llorar, en particular en los recién nacidos. Tiene una duración de 1 ó 2 meses porque en ese lapso debería desaparecer, en caso de prolongarse esa situación por más tiempo puede estar ligada a otro tipo de enfermedad que debe ser tratado por un especialista en gastroenterología pediátrica”, explicó la pediatra Ana Luz Moscoso.
Las causas más frecuentes de este problema en los lactantes ocurre cuando el bebé succiona la mamadera y abre demasiado su boca haciendo ingresar aire en el estómago, en otros casos, el bebé se duerme con el biberón y al terminar el contenido de su biberón toma aire. Algo similar ocurre con la leche materna cuando el infante sujeta de manera incorrecta el seno de la madre comienza a aspirar aire y cuando termina su leche queda vacío y se aspira aire que ingresa directamente en el abdomen del bebé.
TRATAMIENTOS
Al tratarse de un trastorno benigno y transitorio lo que sugiere la especialista es cuando el bebé termina de consumir la leche se le debe hacer botar sus gases ya sea que se lo apoye en el hombro para que los elimine por la boca, o caso contrario, poner al infante boca abajo para que se le ayude a eliminar este aire del intestino por vía rectal.
Los masajes abdominales pueden ayudar, así como doblar las piernas del bebé y apoyarlas sobre el abdomen para eliminar estos molestos gases.
“En muchas ocasiones, ha sido motivo de consulta médica de los padres, el hecho de que su bebé esté acolicado, cuando lo correcto es que su niño esta estreñido, dos situaciones que no están asociadas, pero que es confundida”, recordó Moscoso.
Al finalizar, la especialista recordó que existen medicamentos que ayudan a la eliminación de estos gases, pero que sólo se aplican en algunos casos específicos de acuerdo con el criterio médico.
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