Al pensar o hablar de la Patria muchos bolivianos dejan jirones de su alma en la palabra pronunciada, porque la ven como una esperanza realizada a medias, o como una pasión germinal que cotidianamente mueve el ánimo de sus hijos para encontrar la solución que ponga fin a sus problemas, y así enderezar el camino de un país en busca de su destino.
Quizá por eso nuestra historia esté tan llena de fallidos experimentos sociales y políticos que se han hecho de buena o mala fe. Los primeros, al calor de un ideal no meditado a plenitud y mal realizados, los segundos, por encargo de terceros que deseaban experimentar cómo no se debe actuar en un medio social, convirtiéndonos en conejillos de experiencia social. De ahí que la actual situación del país sea una herida en nuestra carne espiritual, y duela hacia adentro, hacia la conciencia de los bolivianos.
En esa tensión patriótica, en la búsqueda del pecado original de la fundación de la República, que espera un redentor para alcanzar la clara visión de errores que enmendar, y lanzarse a la obra de su construcción está, entre otros, Eudoro Galindo Anze, que se apresta a publicar su libro: “El Sueño Truncado”, en el que examina el proceso de la formación del ideal de nacionalidad desde la colonia, poniendo especial énfasis en los años 1824 – 30, tan cruciales para el nacimiento, cuanto para la fisonomía sociopolítica, psicológica del boliviano; porque fue entonces cuando chocaron dos proyectos de independencia y formación de un Estado: el de quienes llevaban en sus mentes y corazones el ideal de los hombres de 1809 y el otro, el de los llegados a última hora, que impusieron otra idea, en defensa de intereses o maneras de vivir propios de ellos. Años de lucha sorda y enconada, cuando la Patria fue invadida por ejércitos extranjeros para llevar al poder a sus adictos, y acabar con las esperanzas de los que querían gobernarse con mentalidad boliviana, conocedora de su realidad.
Para su investigación, Eudoro Galindo se basa en fuentes primarias, poco o nada conocidas como la correspondencia privada intercambiada entre el general León Galindo y su amigo el mariscal Antonio José de Sucre entre 1825 – 1828, rescatada y publicada por el general Carlos Blanco Galindo, en 1919. Cartas escritas con la sinceridad del amigo que comunica sus opiniones y experiencias al amigo, sin cortapisas ni reticencias mentales, menos cálculos políticos. Por lo tanto, material valioso para conocer la mentalidad de Sucre que tanto tuvo que ver con la Asamblea de 1825, y conocer los movimientos políticos de la gente de ese periodo.
A eso se añade el libro de Julio Díaz Arguedas: “Generales de Bolivia (Rasgos Biográficos) 1825-1925”, hoy una rareza bibliográfica y otros documentos del Siglo XIX, conservados en el archivo de la familia Galindo en Colcapirhua. Con ese material Eudoro Galindo emprende su análisis del motivo por el que fracasó el intento nacional de independencia bajo la luz del ideario de 1809 y sostiene que: “La libertad y la democracia por la que lucharon los forjadores de nuestra independencia garantizando en un futuro no muy lejano la construcción de una sociedad iberoamericana pacífica, equitativa y próspera”.
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