Al que le toque el guante…

Después de 60 años del Movimiento Nacionalista Revolucionario, en todo el territorio boliviano se sigue comentando sobre los aciertos y desaciertos de dicha gesta transformadora que dio curso a la nacionalización de las minas, la reforma agraria, el voto universal y otros cambios.

Lo extraño es que algunos conocedores del tema hacen diversas comparaciones entre los gobernantes del Estado Nacionalista (MNR) de ese entonces, con el Estado Plurinacional Socialista (MAS) al que nos sometieron hace 6 años. En esta oportunidad vamos a continuar con dichas comparaciones y un poco de amargos recuerdos.

Para comenzar, reconocemos que los fundadores de la revolución en el Estado Nacionalista hasta 1971 fueron estadistas o líderes intelectuales de talla humana, política y social sin parangón con los actuales gobernantes. Los mineros, fabriles, campesinos y las bases de 1952 no necesitaban dádivas para luchar por su pueblo, hasta ofrendar sus vidas; en cambio las organizaciones sociales que sustentan al actual Gobierno, para cualquier manifestación esperan donativos de toda índole.

En el Estado Nacionalista hubo mala administración estatal y corrupción, en el Estado Plurinacional hay pésima administración estatal, corrupción, contrabando y narcotráfico, entre otros males. En ese entonces había una revolución nacional, hoy se inventan revoluciones para todo y para nada. Los gobernantes anteriores subordinaban a los operadores de justicia, los actuales gobernantes manejan la justicia a su albedrío.

En ambos Estados, ciencia, educación y salud no mejoraron sustancialmente, no obstante que hoy están regalando a los maestros de la educación miles de computadoras. Los jefes militares y policías eran profesionales con valores morales y civiles sin tacha, hoy las cosas han cambiado vergonzosamente para ambas instituciones. En el pasado como hoy se persigue, enjuicia, condena y encarcela a los opositores, los Maquiavelos del Siglo XX han sido superados de lejos por los del XXI. En el Estado Plurinacional se inventa terroristas o delincuentes para su posterior desaparición y crear un clima de terror en el que piensa diferente.

A partir de 1971, con el desmembramiento del MNR aparecieron los inicuos de la revolución para ser “asesores” de las dictaduras, corrompiendo a militares, policías y gobernantes de turno. Pero muchos de ellos pasan desapercibidos.

Después de 1989, cuando el líder del MNR deja el poder, creyéndose herederos aparecen parientes y amigos cercanos del líder de la revolución, alguno que otro movimientista y, por supuesto, los vivarachos en mayoría, quienes fundan otras organizaciones políticas y sientan “sus” bases para sustentar un Estado con alta dosis de corrupción y narcotráfico.

Desde 1993 un reducido grupo de dirigentes hipoteca al MNR por algunas pegas, entonces nace el “gonismo”, los “independientes” y como siempre los avispados, quienes hacen y deshacen el Estado Nacionalista, atenidos a las fortunas que acumularon desde 1972, época de un zoológico político compuesto por monos legítimos y falsos, dinosaurios, gallos, zorros… (muchos de ellos en el exterior en lujosas mansiones). A ellos hoy el pueblo los refuta, por ser los responsables de la situación en la que se debate el boliviano desde 2005.

Como todo gira alrededor del dinero, existiendo distintas versiones, se puede concluir que el despilfarro económico ejecutado en los últimos 6 años por los gobernantes del Estado Plurinacional Socialista supera a lo realizado durante 54 años por los conductores del Estado Nacionalista, entre democráticos y dictadores. Entonces se demuestra que los alumnos, sin ser bachilleres, son mejores que los profesores.

Para concluir, el pasado 9 de abril en todo el territorio nacional se ha demostrado que las bases del MNR están intactas, lo que falta es renovación y formación de nuevos líderes que surjan de las entrañas del pueblo y para el pueblo.

El autor es docente universitario.

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