Tengo un pariente militar

Algunas veces hablamos de temas importantes con mi comadre cochabambina, aunque la mayor parte de los días conversamos acerca de temas chistosos relativos a la política nacional, como el recientemente descubierto acerca del ingreso de cadetes de policía que deben pertenecer a familias masistas, lo que también sucede en el Colegio Militar.

Mi comadre Macacha me preguntó acerca del destino profesional de mis hijos, contándole que uno fue médico oftalmólogo que murió muy joven y que entre mis hijas mujeres hay una que es arquitecta, la otra es pintora licenciada en Bellas Artes en España, mientras que mi otro hijo varón es ingeniero civil. La cochala me felicitó aunque no dejó de lamentar que yo no hubiera tenido algún hijo militar o policía.

Mientras me aprestaba a explicarle que siempre tuve la ilusión de tener una hija monjita o un hijo curita que hubiera pertenecido a la orden de los Jesuitas, se presentó en mi living un “kjacha” mozo moreno, atlético, quien me abrazó efusivamente y me dijo entre sollozos y con una bien timbrada voz “¡papá!”.

Macacha se desvaneció sobre el sofá y mientras despertaba de su soponcio, el atlético moreno nos explicó que se llamaba Paulino Huanca y que actualmente era cadete del Colegio Militar del cual egresaría dentro de pocos años.

Como no hicimos mayor caso del desvanecimiento de mi comadre, ella recuperó el sentido para no perderse el diálogo entre un joven emocionado por haber encontrado a su padre y un anciano que trataba de explicar al kjacha mozo que estaba en un error acerca de la identidad de su verdadero padre.

Mi comadre cochabambina fue a mi escritorio para hallar mi cédula de identidad y enseñándole el documento le explicó al cadete que mi verdadero nombre es Alfonso Prudencio Claure y que hace más de cincuenta años utilizo para firmar mis escritos el pseudónimo de Paulovich, y que recién hace pocos años utilizo el nombre de Paulino Huanca para ser mejor tratado en las reparticiones públicas.

Al escuchar esa explicación, el joven cadete, que en verdad se llama Paulino Huanca Junior, en homenaje a su verdadero antecesor, no cayó en ningún desarreglo espiritual y nos contó que el actual gobierno presidido por el señor Evo y asesorado por Maquiavelo contaba con una cuota importante de cadetes denominados “interculturales” en las academias militares y también policiales, de las cuales egresarán con militancia política ya programada.

El cadete Paulino Huanca Junior me solicitó cumplidamente que le permitiera estampar un respetuoso beso en mi frente porque le había caído simpático, lamentando él que yo no fuera su verdadero padre, y afirmando con serenidad y firmeza que me ayudaría en cualquier trámite militar y también policial, extendiendo su ofrecimiento a mi comadre Macacha porque él ya tenía noticias acerca de su virtuosa vida y su natural desprendimiento financiero; tras esas palabras, la cholita cochabambina le dio un beso financiero en la frente al guapo cadete intercultural Paulino Huanca Junior.