Los papeles de Cochabamba de 1811 y 1812

Parte II

Fuga de documentación histórica

¿Cómo se explica que toda o casi toda la documentación de la segunda revolución de Cochabamba se encuentre fuera de su lugar de origen?

En primer lugar, los documentos de la primera etapa de la revolución de 29 de octubre de 1811 están concentrados en Buenos Aires porque, por entonces, Cochabamba era una provincia que en lo político, administrativo y militar dependía de la Junta de las Provincias Unidas del Río de La Plata.

Entonces, tan pronto empezó la segunda revolución, el Gobernador (Antezana) y los vocales de la Junta Provincial Gubernativa de Cochabamba (Zalamanca, Vidal y Arriaga) procedieron a reportar e informar a las autoridades superiores de esa capital todas sus resoluciones políticas y militares, enviando permanentemente correspondencia oficial y testimonios notariados a través de correos ordinarios y extraordinarios debidamente registrados en libros de la época.

Por los mismos medios los rebeldes de Cochabamba recibían instrucciones de los revolucionarios argentinos desde Buenos Aires, Salta y Jujuy. Entre otras, por ejemplo, se encuentran las órdenes de la Junta Gubernativa de Buenos Aires y del General en Jefe del Ejército para el Alto Perú, otorgando el título de Prefecto al gobernador Antezana, confiriendo el grado de coronel a Esteban Arze, disponiendo el apresamiento de Francisco del Rivero, dictando instrucciones concretas para ejecutar expediciones militares, ascensos de oficiales, salarios de la tropa y otras similares.

En todo caso, lo cierto es que gran parte de los escritos oficiales emitidos por las autoridades independentistas cochabambinas fue remitida a conocimiento de Buenos Aires, donde sirvió para adoptar decisiones estratégicas o para su publicación en la prensa porteña. Asimismo, también es cierto que aquéllos fueron conservados en los archivos argentinos porque los ejércitos realistas jamás llegaron hasta esa capital, cuando pudieron hacerlo de no haberlo evitado la Segunda Revolución Libertaria de Cochabamba.

¿Cómo fueron a parar a Lima los papeles de Cochabamba de 1811 y 1812? Es casi seguro que todos esos documentos fueron trasladados en calidad de botín de guerra desde Cochabamba hasta el Virreinato de Lima por el ejército de José Manuel de Goyeneche, luego de la masacre del 27 de mayo de 1812 y después de haber requisado y saqueado los archivos públicos y particulares de los patriotas, para ser ofrecidos como trofeo al virrey Abascal y, asimismo, para contar con prueba plena de los actos y nombres de los insurgentes.

La fuga de los escritos originales de Cochabamba por la vía voluntaria hacia los archivos de Argentina y, por la vía forzada, hacia los archivos de Lima, tuvo la principal consecuencia de mutilar las fuentes históricas esenciales para escribir la historia de Cochabamba y de privar a su pueblo del conocimiento exacto de acontecimientos fundamentales como el Pacto de Caripuyo, el combate del Quehuiñal, la actuación de las mujeres el 27 de mayo de 1812, la propia batalla de la Coronilla, los fusilamientos del 28 de mayo, la retirada de Esteban Arze a Salta y otros episodios.

Si bien es cierto que los papeles de Cochabamba no se encuentran en el lugar donde fueron producidos -como debería ser- sabemos que están en los archivos generales de las capitales de Argentina y del Perú; y una vez analizados en profundidad podremos desentrañar desde una nueva retrospectiva hechos primigenios de la historia de Bolivia que aún no están del todo esclarecidos.