Lima.- Perú alista una de las ofensivas militares más grandes en casi dos décadas contra remanentes del grupo rebelde Sendero Luminoso en busca de darle un golpe mortal, luego de que el movimiento avergonzara al Gobierno con un masivo secuestro y matara al menos a cuatro agentes de seguridad.
Fuentes militares y del Gobierno dijeron ayer a Reuters que fuerzas combinadas están reubicando a cientos de nativos para evitar que estén bajo fuego en un eventual choque en una zona remota en la selva en el sur del país, donde los rebeldes mantuvieron cautivos por cinco días a 36 trabajadores.
“Se viene una operación militar con todo, el tema es todo o nada”, dijo una fuente del comando conjunto de las fuerzas armadas que pidió mantener su nombre en reserva.
El líder que se adjudicó el secuestro, Martín Quispe Palomino, alias “Camarada Gabriel”, dijo esta semana en una inesperada entrevista con tres medios de comunicación local que la toma de rehenes fue una estrategia para provocar a las fuerzas armadas y “aniquilar” a militares y policías.