Situación económica

Señor Director:

La riqueza de las naciones no está en la fertilidad de su suelo, su clima, o sus yacimientos minerales. Las naciones ricas cuentan con una población dinámica, inteligente y tesonera. Lo otro no es más que riqueza potencial, que debe ser desarrollada por los habitantes del país.

Ese concepto no se lo comprende bien todavía. Por eso muchos países viven asombrados de que su escaso desarrollo no concuerde con su riqueza. “Tenemos de todo”, dicen sus habitantes, “petróleo, carne, trigo, buen clima, hierro, un tipo humano excelente... Nuestro país podría ser el mejor del mundo, pero no lo es”.

En esos casos el hombre fracasa como organizador. Países aparentemente más pobres son en realidad prósperos, cuando están poblados por gente que sabe planificar y, por sobre todo, obra con sentido común. Las naciones ricas tienen población laboriosa, inteligente y con fortaleza moral para sacrificarse cuando haga falta.

Entre economía y guerra las relaciones son estrechas. Eso hace que se diga que las guerras se originan por motivos económicos. Admitamos que detrás de toda guerra hay intereses económicos, pero cualquier realización es imposible sin base económica, de manera que es necesario asegurarla para poder alcanzar objetivos prefijados.

Entonces el fin último no debe ser la búsqueda de ventajas de ese tipo. Los objetivos económicos pueden ser etapas intermedias para lograr objetivos finales. No interesa que un Estado luche por afirmar su posición económica, sino saber a dónde irá y cuáles serán sus metas definitivas, cuando cuente con poderío económico.

Hermógenes Sócrates Apaza

C.I. 233268 L.P.