HORA DE CIERRE
Tranquilo pero serio ingresó Roberto Landivar al salón Rosado del Palacio de Justicia de La Paz al comenzar la tarde de ayer, donde compareció ante la Sala Plena del Tribunal Departamental de Justicia para prestar sus declaraciones confesorias en el juicio por la quiebra del Banco Internacional de Desarrollo Sociedad Anónima (Bidesa), que causó perdidas por más de 60 millones de dólares a particulares y al Estado boliviano.
Después de 14 años de iniciado el proceso, el acusado de estafa agravada, asociación criminal y otros delitos contestó una por una las preguntas del fiscal y los representantes legales del Banco Central de Bolivia (BCB), Bidesa en liquidación y el Fondo Nacional de Vivienda Social (Fonvis) en liquidación, mientras el presidente del tribunal, en varias oportunidades, le ordenó que fuera preciso y concreto al responder las preguntas.
“Yo dejé la gerencia del Banco Bidesa el 5 de octubre de 2005, dos años antes de su liquidación”, contestó reiteradamente a varias de las preguntas sobre los malos manejos económicos y la corrida bancaria de más de 30 millones de dólares que derivó en que el 12 de diciembre de 1997, Bidesa fuera intervenido por la entonces Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras que dispuso su liquidación forzosa. Landivar responsabilizó varias veces al ex presidente del directorio del Bidesa Eduardo Michel y el ex gerente Fernando Garrón de la quiebra de la entidad financiera.
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