El vicepresidente Álvaro García Linera exteriorizó su preocupación por el paro médico y la ausencia de éstos en los distintos centros hospitalarios del país. “Ellos forman parte de la actividad profesional fundamental para la vida de una sociedad. Los médicos deberían estar trabajando, atendiendo a pacientes que por día son entre ocho y diez enfermos de todo tipo de dolencias que requiere la atención de un profesional médico”, expresó ayer al canal estatal.
Reiteró la postura del Gobierno que a través de diversos medios amenazó con no pagar al sector salud por los días no trabajados, lamentando la falta de diálogo que podría haber superado este problema.
“El pedido que hace el Gobierno es simple, si se paga por ocho horas que se trabaje ocho horas. Es responsabilidad de cualquier servidor público que tiene un trabajo de servir a su patria, de servir a la gente. El trabajo del médico no enriquece al Vicepresidente; del trabajo del médico se beneficia la ama de casa, el asalariado, porque el trabajo está al servicio de la población. Por lo que no logro comprender esta actitud de alguno de los dirigentes maltratando a los bolivianos, a las personas enfermas y a su propio sector”, afirmó García.
Al hacer un cálculo de la actual situación, preguntó a los dirigentes del sector de salud si compartirán su salario con los trabajadores a quienes se les descontará por los días no trabajados. “Eso es irrevisable, quien le va a dar el salario a la enfermera que por presión del dirigente no ha ido a trabajar”, preguntó.
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