El Chelsea revivió ayer los fantasmas de hace dos años y pasa a la final aguantando con diez jugadores en el Camp Nou. Busquets e Iniesta pusieron el 2-0 y Ramírez marcó antes del descanso. Messi falló un penalti con 2-1 y Torres dio la puntillada del empate.
El Barça, ejemplar con su fútbol, se queda fuera de la final de Champions contra todo pronóstico ante un rival encerrado a ultranza. Lo hizo por no matar cuando pudo y por no protegerse debidamente de la contra rival.
El ciclo del Barça victorioso acaba tras cinco semifinales consecutivas de Champions, aunque no parece que llega el fin de su fútbol.