Punto cuatro

Para quienes prestaron atención, en el editorial de ayer, el punto cuatro dentro de los veinticuatro que tocamos sobre el partido Bolívar contra Santos no figura. Necesitaba más espacio y análisis, sólo un par de líneas no hubieran bastado para plasmar el análisis.

El punto cuatro, tal como lo habíamos calculado, se convirtió tal vez en el más conversado el día de ayer, es justamente la pregunta que se hicieron y nos hacemos todos ¿Le alcanzará a Bolívar con el resultado conseguido para seguir soñando?. La idea es que usted relea el editorial del jueves y lo complemente con el de hoy.

Me da la impresión que para los Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas fue un festejo agridulce; no forzado, pero con la carga que para todos los seguidores de los celestes significa el saber del peso e importancia del gol conseguido por los brasileños. La felicidad y alegría fueron evidentes, justificadas desde todo punto de vista, el paso siguiente e inexorable es comenzar a desglosar las posibilidades de la próxima contienda, donde continúa la sonrisa en la boca pero comienzan, de manera incipiente, a mezclarse las dudas con las esperanzas, y sobre todo comienza a volar la imaginación.

Es innegable que incentiva el nerviosismo el hecho ineludible que se jugará contra el último campeón del torneo más importante de esta parte del mundo y aparte ¡es brasilero!. No es un detalle menor que el rival sea de Brasil, ya que la escuela y estilo de los oriundos de país del fútbol es mundialmente conocido por la gran diferencia que marcan sus individualidades y la calidad de los mismos. El profe Hoyos, luego del partido, admitió que la diferencia de goles conseguida no es la mejor para viajar tranquilos a Brasil.

Les provoco la memoria y seguramente coincidirán conmigo, con ninguno de los rivales anteriores se manejó este concepto, existía inmediatamente la confianza que se podía conseguir un buen resultado de visitantes, en el ánimo de los jugadores uno se daba cuenta. Arguello, a los segundos de haber terminado el partido, declara para la Red Deportiva del amigo Quique Rivera que fue un triunfo importante pero lamentaba el gol que marcaron.

Hasta el 10 de mayo el trabajo, sobre todo en lo psicológico, será fundamental. En lo técnico, táctico y demás, repito lo que sostuve ayer, creo que en la medida de que presenten lo que ya hicieron en todos los partidos que Bolívar jugó de visitante, les alcanza y sobra, saben perfectamente lo que tienen que hacer, Bolívar ya tuvo que presentar algo diferente en el Siles, ahora los obligados a cambiar argumentos son ellos, son los que definen la clasificación en casa, saben cómo se mueve Bolívar en este torneo y no los menospreciarán en ningún momento, intentarán reventarlos desde el principio, les molestó perder en el primero y querrán demostrar las diferencias que todos, en teoría, marcan y esa es una ventaja.

Las motivaciones son diferentes, ambas valederas pero espiritualmente diferentes, Santos tiene la obligación de superar a Bolívar y pasar a cuartos de final, Bolívar no tiene obligación alguna, solo la de alcanzar un sueño y esto a muchos los hace invencibles.