Historiología

Hagamos un breve paréntesis en los artículos económicos para hacernos de algunas de las herramientas que necesitaremos para comprenderlos.

Los estudiosos de la economía creen que esta ciencia tiene la capacidad de encerrar en sus formulaciones, la verdadera realidad de lo que ocurre, ignorando que sin el conocimiento de la historia de los eventos que dieron lugar al fenómeno que se trata de conocer, estarían manejando meras abstracciones.

Por razones de la historia del desarrollo de las ciencias el estudioso de la economía ve como una dignificación de su profesión, el uso de las matemáticas en la búsqueda de la solución de los problemas a los que ella se dedica, especialmente el de los cálculos que poco o nada tienen que ver con ella, ya que como dice John Kenneth Gailbraith en el capítulo 19, titulado “High Noon”, de su libro “Economics in perspectiva” (pág. 259): “Las matemáticas como acompañamiento de la teoría económica logran ciertamente el objetivo de servir como el ticket de admisión a la profesión de economista, como una treta para mantener alejados a aquellos que sólo tienen un puro talento verbal”.

La ciencia económica es una ciencia social, lo que quiere decir que es una ciencia histórica, que es la razón de la incursión que ahora comenzamos a realizar en ella, en el advertido de que en toda la región hispanoamericana, nunca ha existido ni existe en la actualidad un verdadero historiador, es decir un historiólogo, un hombre que sepa hace ciencia histórica.

Para que este problema quede claro tenemos que decir que aquí consideramos como matemática la forma de pensar del llamado pensamiento lógico y no la aritmética, necesaria para efectuar la serie de tareas auxiliares que acompañan a algunas de sus ramas.

Geambaptista Vico en los años del 1.600 adelantándose en más de un siglo a los pensadores europeos, postuló una ciencia histórica que debería ser la melodía central sobre la que tendrían que realizar sus composiciones las otras ciencias sociales, porque hablando rigurosamente, sin ella no se puede ser sociólogo, economista o jurista, para nombrar algunas de estas ciencias que, no lo olvidemos, se dedican en forma exclusiva a tratar de conocer los temas de lo humano de nuestra humanidad, que es la única realidad de la que podemos decir que es auténticamente histórica.

Debería ser obvio que para comprender lo que ocurre con los problemas económicos y sociales de nuestro país, tendríamos primero que convertirnos en verdaderos expertos en la historia del manejo de su economía, en lugar de tratar de atrapar esos conocimientos a través de las derivadas o las integrales, de otro modo, cómo saber por qué nos pasa lo que pasa.

En su trabajo “La Filosofía de la Historia de Hegel y la Historiología” dice José Ortega y Gasset: De Niebuhr y Ranke se data la ascensión de la historia al rango de auténtica ciencia. Niebuhr presenta “la crítica histórica” y Ranke, además de ella, la “historia diplomática o documentada”, historia se dice es eso, crítica y documento”, pero Niebuhr y Ranke sólo nos llevan hasta los propios umbrales donde debe comenzarse a hacerse ciencia histórica -allí se detienen, en los documentos, en los hechos-, pero los hechos nunca son la realidad a la que se refieren, por el contrario, ellos la ocultan, ellos son el crucigrama que tenemos que aprender a resolver.

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