Asunción.- Con dos tercios de sus poblaciones aisladas por el agua, los servicios de emergencia en el Chaco no tienen tregua en la región más árida y despoblada de Paraguay, que no registraba lluvias tan fuertes y seguidas desde hace 15 años.
“No hay visos de solución a corto plazo, se esperaba que una semana sin lluvia pudiera aliviar la emergencia, pero al haber más precipitaciones aumenta la masa de agua”, declaró a Efe por teléfono el capitán de bomberos Roque González.
El socorrista, capitán del Cuerpo de Bomberos Voluntarios (CBVP), explicó que en el entorno del poblado chaqueño de Irala Fernández, 380 kilómetros al norte de Asunción y base de las operaciones de ayuda, “los caminos de tierra están absolutamente impracticables”.
En algunas regiones del Chaco paraguayo, una planicie de 246.925 kilómetros cuadrados y en emergencia desde hace tres semanas por un período infrecuente de lluvias, “en 45 días cayó agua tres veces más del promedio anual, de 800 milímetros”, aseveró el socorrista.