En las últimas semanas la agenda informativa se refirió a las relaciones bilaterales entre Bolivia y Chile, con los recientes acuerdos firmados sobre el puerto de Arica y la proximidad de la 42 Asamblea de la Organización de Estado Americanos (OEA) que se desarrollará en la ciudad de Cochabamba el 3 de junio.
La postura chilena es invariable sobre las demandas bolivianas y en ese sentido ya surgieron pronunciamientos contrarios a una posible apertura de negociación para lograr que la administración del puerto de Arica pase a control del Estado boliviano, tal como planteó la Cancillería.
El Tratado de 1904 continúa siendo el pilar de la demanda marítima boliviana, por las constantes vulneraciones constatadas y se espera que el foro internacional sea propicio para plantear una resolución a favor del país, tal como sucedió en 1979 cuando el evento se realizó en la Sede de Gobierno.
En tanto, en el país el tema marítimo continúa enclavado, pese a los esfuerzos de las autoridades para mostrar avances. Incluso una fecha inventada como el “día de la reivindicación marítima”, que se “recuerda” hoy 29 de abril, pasa desapercibida en la sociedad, demostrando que esta fue otra estrategia improvisada y de mera propaganda política, según cuestionaron el investigador Víctor Hugo Chávez y el politólogo Edwin Quiroz.