Mutún: una historia para vivirla y contarla

El estar en el cerro de Mutún día a día trabajando nos da a muchos la experiencia para poder contarles un poco acerca de uno de los más grandes proyectos de MINERAL DE HIERRO en la historia boliviana, tal como es el Mutún.

Los bolivianos tenemos mucha experiencia en minería de materiales no ferrosos, pero no así en minería de mineral de hierro, la cual es muy distinta a la anterior, por los tiempos y los volúmenes de material que son manejados. Por lo tanto, no existe una tradición minera de mineral de hierro a cielo abierto en Bolivia y si en años anteriores se trabajó en Mutún, fue en muy baja escala y con resultados no muy favorables, siendo así que pararon las actividades mineras en 1992, dejando abandonado uno de los anhelos más grandes de los bolivianos, que era hacer despertar al Mutún.

Por una licitación pública internacional, Jindal Steel & Power Limited viene a Bolivia y se adjudica el proyecto, bajo un pliego de especificaciones donde se expresaba claramente que se daría prioridad a la industrialización del mineral, antes que a la exportación del hierro como materia bruta. En este proyecto se mencionó que se industrializaría el gas natural, ya que es el aporte de carbono al acero, y acero es por definición una aleación de hierro y carbono.

El proyecto Mutún no es un proyecto minero, es un proyecto siderúrgico integrado, plasmado en un Contrato de Riesgo Compartido, elevado a rango de Ley de la República, donde Jindal Steel Bolivia S.A. se compromete a la fabricación de concentrados, pellets, DRI (hierro esponja) y acero laminado como producto final y la contraparte, el Estado boliviano, se compromete a proveer la materia prima, o sea el mineral de hierro y el gas natural para la obtención del hierro esponja, y la logística para el transporte del mismo.

El proyecto es integrado porque no puede ser de otra manera, porque no podemos vender mineral en bruto, por dos razones: 1) No podemos competir con nuestro vecino Brasil, siendo nuestra única opción consolidar Puerto Busch. 2) Por la mala calidad de nuestro mineral, contaminado con un alto contenido de fósforo, que hace que el material no sea apto para la fabricación de acero, ya que el fósforo es el cáncer en el acero que lo hace frágil y de mala calidad.

Por lo dicho son necesarias grandes inversiones para instalar primero una Planta de Beneficiado, donde con tecnología de punta se bajará el contenido de fósforo en el concentrado de mineral de hierro, para luego seguir con las plantas de pellets, DRI y acero respectivamente.

En esta secuencia de plantas, sus fabricantes (Outotec, Midrex, Siemens) son conocidos a nivel mundial. Son ellos los que con tecnología de punta implementan plantas en todo el mundo. Son los que definen cómo y qué cantidad de energético será necesario para que éstas funcionen y cualquier entendido en la materia se dará cuenta de la cantidad de gas natural necesario para el proyecto.

Como boliviano e Ingeniero Metalúrgico, gracias a un programa interno de capacitación, tuve la oportunidad de visitar India y Omán en agosto del año pasado, y vi la capacidad técnica y financiera de Jindal Steel & Power, donde pude constatar que realmente esta empresa multinacional es un imperio en dicho país. Una de las seis plantas que visité fue Angul, donde en sólo tres años están levantando la mayor planta de Reducción Directa y Termoeléctrica en India y por ende del mundo.

En todo proyecto de gran magnitud existen inconvenientes, y lo más prudente y saludable para el país será solucionar los mismos y no dejar escapar esta oportunidad de consolidar el proyecto Mutún, que pondrá a Bolivia en la era del acero. Dejemos que sean especialistas con experiencia en siderurgia quienes emitan opinión, ya que últimamente todos son expertos sin haber pisado ni trabajado en una planta de esta envergadura.

El autor es Ingeniero Metalúrgico

(Mención Siderurgia).