Lima.- El presidente peruano, Ollanta Humala, admitió ayer que una zona de la selva sur del país está en poder de grupos armados, que impidieron a las Fuerzas Armadas ingresar para rescatar el cuerpo de un policía muerto en un enfrentamiento, informó Efe.
Humala dijo, en una ceremonia durante una visita de trabajo a la ciudad de Chimbote, que el suboficial César Vilca murió en “una zona que está bajo las normas de los grupos terroristas”.
El jefe de Estado agregó que los nativos que ayudaron a Dionisio Vilca, padre del policía, a encontrar el cuerpo de su hijo le pidieron ir sólo “porque todavía no confían en las fuerzas del orden ni en el Estado” y querían evitar un enfrentamiento.
Vilca formaba parte de un grupo de policías que se internó hace 21 días en la selva del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), en la región Cusco, para buscar a los secuestradores de 36 trabajadores del yacimiento de gas de Camisea, que fueron liberados a mediados de abril.