Amberes 1920: Los Juegos vuelven a escena
Poco después de concluir la Primera Guerra Mundial, el Comité Olímpico Internacional se reunió para celebrar la paz con los sextos Juegos, que habrían de tener lugar un año y medio más tarde en Amberes, Bélgica, una de las naciones devastadas por el conflicto armado.
Berlín debió albergar la cita de 1916, pero la conflagración bélica impidió que aquellas justas se lleven a cabo. Derrotadas las fuerzas prusianas en la guerra, le fue retirada la sede a esa capital germana.
En Amberes se dieron cita deportistas de muchos países del mundo, salvo los representantes de las naciones derrotadas en la guerra, al igual que Rusia que comenzaba a configurar otro sistema político. Los soviéticos volverían al mundo deportivo internacional en 1952.
Sin embargo, la devastación causada por la guerra y los millones de muertos caídos en las trincheras o como víctimas inocentes de la estupidez humana llevada al extremo de la confrontación no impidieron que 2.669 atletas provenientes de 29 países participen en las competencias olímpicas.
Fueron los juegos de la austeridad, pues Bélgica había sufrido la ocupación de las tropas extranjeras durante gran parte de los cuatro años de enfrentamientos.
Esta es considerada la séptima edición de los Juegos modernos y dieron pie a que se instaure una nueva tradición deportiva: el juramento olímpico, que en esta ocasión fundacional fue tomado por el esgrimista belga Víctor Bión, mientras que por primera vez fue izada la bandera olímpica: blanca con los anillos de diferente color que representan a los cinco continentes: amarillo es Asia, negro es África, azul es Europa, verde es Oceanía y rojo es América. Los anillos entrecruzados simbolizan la amistad entre todos los pueblos del orbe.
Otra interpretación señala que al menos uno de estos colores aparece en las banderas de cada nación independiente del planeta.
En estas pruebas, el dominio que ejercen tradicionalmente los atletas de Estados Unidos fue seriamente amenazado por los europeos.
El finlandés Paavo Nurmi comenzó en esta justa, a los 23 años de edad, la gran senda que lo llevaría a ser considerado uno de los grandes héroes de la historia olímpica moderna. Fue el vencedor en las pruebas de 10 mil metros y de ocho mil metros a campo traviesa, carrera actualmente desaparecida, como parte del equipo de cross country, además ocupó la segunda plaza en la de cinco mil metros.
El británico Albert Hill hizo su debut olímpico a los 36 años, una edad de veterano, pero obtuvo las medallas de oro en las carreras de 800 y 1.500 metros planos.
Estados Unidos mantuvo su incipiente predominio en la natación, al dominar 11 de 15 pruebas del programa de esta competencia.
En Amberes se despidieron de la práctica deportiva activa los tiradores suecos Óscar y Alfred Swahn, padre e hijo. De 73 y 41 años de edad, respectivamente.
LOS PRIMEROS
La primera medalla conquistada por un atleta latinoamericano correspondió a al brasileño Guilherme Paraense, quien ganó en tiro, mientras que la clavadista estadounidense Aileen Riggin se convirtió en la medallista de oro más joven de la cita con sólo 14 años 119 días, además de que era la más pequeña (1,40 metros de estatura) y la más ligera (29.5 kilogramos de peso) participante de esta justa. El británico Phillip Baker obtuvo una medalla de plata. Baker se convertiría, años más tarde en miembro del parlamento y, en 1959, en el primer -y hasta ahora único- atleta olímpico en ser galardonado con el Premio Nobel de La Paz.
El pesar. Desde el principio de los Juegos se advirtió algo diferente. Las delegaciones desfilaron tristes en la apertura. En las ruinas próximas al estadio y en los cuerpos de muchos atletas estaban las cicatrices dejadas por la Primera Guerra Mundial. En la inauguración, el 20 de abril, en vez de una fiesta se realizó una misa en homenaje a los muertos.
Las delegaciones de Alemania, Bulgaria, Austria, Hungría y Turquía, las naciones enemigas de Bélgica durante el gran conflicto bélico, no participaron en los Juegos. No habrían sido admitidas por los aficionados que soportaron la barbarie.
TARZÁN
El estadounidense Johnny Weismüller, quien se convertiría años después en el más famoso Tarzán del celuloide, ha sido uno de los mejores nadadores que pasó por los escenarios olímpicos. El antiguo caballerizo del Illinois Athletic Club, quien de pequeño fue abatido por la poliomielitis, combatida con fiereza en el lago Michigan, para que las secuelas no le dejaran marcas, estableció 67 registros mundiales y jamás perdió una prueba en Juegos Olímpicos.
EL PROGRAMA
Las disciplinas que se disputaron en estos Juegos Olímpicos fueron atletismo, boxeo, ciclismo, cuerda, esgrima, fútbol, gimnasia, halterofilia, hípica, hockey, lucha, natación, saltos ornamentales, patinaje artístico, pentatlón, polo, remo, rugby, tenis, tiro, tiro con arco, vela y waterpolo. Pese a la maltrecha economía de Europa, las instalaciones para este evento fueron sobresalientes, se utilizaron las últimas técnicas en arquitectura.
DESIGNACIÓN
La decimoséptima sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) se celebró el 5 de abril de 1919 en Lausana, Suiza. La gran guerra había terminado oficialmente con el armisticio de Rethondes el 11 de noviembre de 1918. Menos de medio año más tarde, el COI se dio a la tarea de buscar otra sede para los Juegos. Y Amberes fue elegida por unanimidad, mientras que Lyon retiraba su candidatura. La elección fue una forma de honrar a los heridos y por los luchadores belgas.
PAÍSES: 29
FECHA: 20 de abril al 12 de septiembre de 1920
DISCIPLINAS: 22
ATLETAS: 2.669
PRIMERO: Estados Unidos
ORO: 41 Plata: 27 Bronce: 27
SEGUNDO: Suecia
ORO: 19 Plata: 20 Bronce: 24
TERCERO: Gran Bretaña
ORO: 15 Plata: 15 Bronce: 13
CUARTO: Finlandia
ORO: 15 Plata: 10 Bronce:9
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