Choferes ahogan a la población con el paro de transporte

Decenas de vehículos ubicados en los puntos clave, de manera que no podían circular coches públicos ni privados, comercios trabajando a media máquina, y ciudadanos obligados a cumplir largas caminatas para llegar a su fuente de trabajo, marcaron la agenda del paceño en el inicio de semana, a raíz del primer día del paro del transporte público, que reclama la anulación de la Ley de Transporte Municipal por considerarla inconsulta.

Los transportistas madrugaron, de manera que a las 6.00 ya se tenían instalados 57 puntos de bloqueo en El Alto, entre El Alto y la ciudad no había modo de encontrar transporte. Los que tenían programado un viaje al interior por vía aérea o terrestre se encontraron con la imposibilidad de cumplir con esa agenda.

Siguiendo el método de otras movilizaciones, los choferes acudieron al látigo para corregir a los rebeldes que, en el afán de ganar algunos pesos extra se animaron a sacar sus vehículos. Menos suerte corrieron los conductores de vehículos particulares, quienes se encontraron con una posición cerrada de los bloqueadores.

“Miren que tengo a mi madre que tiene más de 80 años. No tengo otro remedio que llevarla en coche, por favor les ruego que me permitan pasar”, pidió un ciudadano en la plaza el Cóndor, en el empeño de llegar hasta el final de la avenida Landaeta. Sus ruegos fueron inútiles, porque tuvo que estacionar su coche en las inmediaciones y emprender la larga caminata acompañando a la persona de la tercera edad.

La Policía, que mostró una actitud indolente, no hizo ningún esfuerzo por evitar el bloqueo y menos por defender el derecho de libre tránsito del ciudadano. “Estamos replegados en los comandos a la espera de órdenes. Sólo en El Alto tenemos 57 puntos de bloqueo”, expresó el Comandante Regional de la Policía de esa ciudad a tiempo de explicar que no se contaría con el suficiente número de efectivos como para proceder a desbloquear cada uno de esos puntos.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero comunicó a las 9.00 que se iba a trabajar en la jornada en horario continuo y que se suspendían las labores escolares; pese a ello cientos de trabajadores de las empresas públicas y privadas llegaron tarde a su fuente de trabajo.

Los escolares que se encontraron con las puertas de las escuelas cerradas se vieron obligados a retornar a sus domicilios a pie, debido a que no encontraron un vehículo que los acerque al barrio donde viven.

Los padres de familia protestaron por la falta de comunicación oportuna y el riesgo que implica que los niños vayan a sus escuelas y se encuentren con puertas cerradas en los establecimientos educativos.

Los que cantaban victoria eran los choferes, para quienes el paro fue contundente y acatado por sus miembros y que estaban dispuestos a pasar la noche en bloqueo para ratificar su posición.

En tanto, los portavoces de la Alcaldía de La Paz ratificaron la posición de no mover ni una coma la determinación, pese a la actitud triunfalista de los trabajadores del transporte, quienes están convencidos de doblar el brazo a las autoridades municipales.

Los que tuvieron una jornada sufrida fueron los ciudadanos de El Alto que intentaron llegar a la ciudad. Para cumplir con este propósito caminaron al menos un par de horas para descolgarse hasta el centro de la ciudad.

Ir en moto hasta tres personas, pagar hasta 10 bolivianos para cubrir un tramo de 15 cuadras y llegar a la fuente de trabajo a pie y con signos de cansancio eran el común denominador de la jornada.

Las voces de protesta, a través de los medios, se multiplicaron. Las opiniones convergían en torno a la necesidad de buscar alternativas para La Paz y quitarse de una pesada carga de los transportistas que se han convertido en una suerte de verdugos de la población.

“Esta de buen tamaño, se creen los dueños de la ciudad”. “Hay que aguantar un par de días y luego tomar decisiones radicales”, “No vamos a dejarlos ingresar al barrio a quienes acaten esta huelgas”, eran algunas de las opiniones entre las que también contaban las duras críticas a la Policía porque permitía que se cometan estas irregularidades.

Llegar de la zona Sur al Centro de la ciudad se convirtió en una odisea. “Subí en tres etapas y hay que pagar por cada tramo. Todo es válido, hasta utilizar una moto, yo que nunca lo he hecho, pero tengo que llegar a mi fuente de trabajo”, se quejaba una dama que aseguró haber esperado varias horas para llegar a destino.

Pese a que en algunos sectores de la ciudad se anunciaba una reacción para frenar los bloqueos y que las juntas de vecinos se unirían para dar una lección a los transportistas, la decisión no tomó cuerpo y en la Unidad de Tránsito se informó, en horas de la noche, que no hubo anomalía alguna.

TESTIMONIOS

FREDDY GASPAR (Pintor)

“Este paro de transporte es un perjuicio total para la ciudadanía, ya que la mayoría que trabajamos en la urbe paceña vivimos en El Alto y tenemos que tomar dos y hasta tres vehículos para llegar a nuestras fuentes laborales realmente no vemos perjudicados.Yo pienso que el alcalde Luis Revilla y los transportistas deben sentarse en una mesa y analizar todo el contenido de la Ley Municipal para que juntos lleguen a un acuerdo y no seguir con sus ideas políticas que eso afecta no solo a los adultos sino también a los niños”.

EDUARDO CASTILLO (Funcionario privado)

“Este paro de transporte me afectó porque por esta medida de los transportistas las actividades tuve que suspender mis actividades porque causa mucha dificultad llegar hasta el lugar donde es mi fuente laboral que queda en la ciudad de El Alto, y como el mio, existen muchos casos, pero seguramente nos van a descontar y eso me perjudica de gran manera. Espero que el Gobierno Municipal solucione consensuando con los transportistas y ambos tienen que aportar un granito de arena para dar soluciones”.

MERCEDES VÁSQUEZ (Jubilada)

“Todos los ciudadanos tenemos derecho a protestar pero no perjudicado a la población, los transportistas deberían hacer sus medidas sin afectarnos. Ahora estoy de acuerdo con que los choferes exijan la suspensión de esa ley porque todo tiene que ser con decisiones de ambas partes.Si el sector quiere incrementar sus pasajes que lo haga pero sin afectar los bolsillos de la ciudadanía, porque tenemos que pensar también que los choferes tienen sus familias. Cuantas veces yo vi por ejemplo la línea 2 que en una vuelta solo van dos o tres pasajeros y pagan solo Bs,1 y eso no es nada”

JUANA ESPINOZA (Comerciante)

“Los choferes son unos abusivos y peor con este tipo de protestas , creo que a ellos lo único que les importa es hacer paros y más paros de manera frecuente y no trabajar como todos nosotros lo hacemos. Si quieren protestar que lo hagan pero en las noches para no perjudicarnos así. Hoy, por ejemplo, yo tengo que hacer muchos trámites a pesar que bajé de El Alto muy temprano (porque vivo ahí), me atrasé de igual forma. Apoyo que el Alcalde norme a los choferes porque no nos dan un buen servicio, aparte de ser agresivos nos cobran por tramos”.

VLADIMIR VALENCIA (Abogado)

“Pienso que los transportistas están en su justa protesta porque con la nueva Ley se les sancionara doblemente, lo que no es justo. La Alcaldía lo único que quiere es generar ingresos a costa de estas dobles multas para su beneficio. Sin embargo, los choferes no deberían realizar bloqueos que castiguen a la población, si no deberían tomar otro tipo de medidas que no afecten a la población, porque hoy se ha visto inmovilizada toda La Paz, y esto genera perjuicios principalmente laborales como en el comercio y otros”.

YOVANA GUZMÁN (Estudiante)

“Ya la población está cansada de tantos conflictos especialmente en La Paz, ahora este paro de transporte es un abuso por parte de los choferes que al no dar buen servicio a la ciudadanía todavía quieren un aumento a los pasajes, sin justificación alguna.

Son unos discriminadores al no recoger a los ancianos, a los niños, los dejan parados en las calles sin importar los riesgos que corren, cobran por tramos y nosotros tenemos que sufrir las consecuencias, el transporte necesita urgente una norma”.