Vladimir Putin juró ayer al cargo de presidente de Rusia por tercera vez, en una solemne ceremonia en el Kremlin en la que llamó a la unidad y prometió reforzar la democracia, mientras afuera la Policía detuvo a unas 120 personas en el marco de nuevas protestas contra el líder ruso.
Analistas destacaron que a Putin lo esperan varios retos durante su tercer mandato: pedidos de mayor democratización, la necesidad de la economía de diversificarse para incrementar su crecimiento y los problemas de la inestable región del Cáucaso Norte, que es escenario frecuente de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la insurgencia islamista.