Washington, (EFE).- El último tanque estadounidense que abandonó Irak ha llegado a Estados Unidos, donde formará parte de una colección de piezas militares en la base de Fort Hood en Texas (EEUU), informó ayer el Pentágono.
El vehículo, un acorazado especialmente protegido para resistir ataques con minas y emboscadas (MRAP, por su sigla en inglés), se encuentra ya en suelo estadounidense después de dos meses de viaje.
El acorazado abandonó Irak el pasado marzo, como parte de la operación “Nuevo Amanecer”, la nueva estrategia del Gobierno estadounidense para la posguerra, anunciada en 2010 y centrada en el asesoramiento, capacitación y apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes.
El Pentágono destaca que el vehículo ha permitido salvar “cientos de vidas” de ataques perpetrados con explosivos caseros por la insurgencia.