El paro de 48 horas perjudicó a muchos y favoreció a los menos

La Sede de Gobierno volvió ayer, a vivir una jornada de bloqueos que degeneró en actos de violencia entre los choferes que declararon paro de 48 horas y algunos sectores de la población, que mostraron su molestia por la medida asumida por el autotransporte en contra de la ley municipal que regula al sector.

De similar manera a lo ocurrido el lunes, los puntos estratégicos de circulación vehicular fueron bloqueados y la población resignada tuvo que desplazarse caminando a sus fuentes laborales. El conflicto, de acuerdo, con los analistas, arrojó desfases, perdieron unos más que otros y pocos sacaron provecho de estas jornadas.

. Escuelas y colegios. Las labores escolares fueron suspendidas, aunque el anuncio fue tardío y muchos estudiantes hicieron el doble esfuerzo de ir al colegio y retornar a pie a casa.

. Viajes. La salida de buses continuaba interrumpida hasta ayer; sin embargo a partir de las 18.00 se reanudó gradualmente el tráfico. Salieron perjudicados muchas personas que debían emprender viajes al interior y exterior de país.

. El turismo. Muchos de los turistas que tenía un plan de viajes tuvieron que alterar su cronograma; otros no vinieron al país anoticiados de los conflictos y en el exterior se deja una factura de inseguridad. Muchos turistas se vieron obligados a hacer una larga caminata desde la Ceja hasta el aeropuerto para salir del país.

. Pequeña industria. El bloqueo, la falta de vías libres obligó a muchos distribuidores de productos a perder su mercadería o almacenarla por 48 horas con el perjuicio correspondiente.

. Los choferes. Los que viven al día y buscan un ingreso extra para llevar el pan a casa, recibieron en el mejor de los casos unos chicotazos, los más perdieron algunos parabrisas y la mayoría se quedó con dos días sin ingresos.

. Los mototaxistas. Apareció un nuevo gremio eventual: los mototaxistas, quienes hicieron un buen negocio llevando a los pasajeros a la espalda. De Obrajes al centro cobraban entre 10 y 15 bolivianos y desde Achumani hasta 20 bolivianos. Muchos de los pasajeros ocasionales se subieron por primera vez a las motos.

. Peaje obligatorio. Apareció un grupo de avivados (grupos de choferes) que bloqueaban en inmediaciones del Hospital Arco Iris, zona de Villa Fátima; éstos realizaron cobros a los propietarios de vehículos que intentaban pasar aquel sector. A las 05.00 del martes, algunos conductores en estado de ebriedad hicieron parar un minibús de un medio de comunicación y exigieron al transportista el pago de dinero para continuar con su ruta.

.Basura en las calles. El Sistema de Regulación Municipal (Siremu) solicitó a la ciudadanía que no saque la basura a las calles, porque el paro del transporte sindicalizado impide el recojo normal de los desechos sólidos. Muchos de los vecinos desoyeron la sugerencia.

. Comida eventual. Aparecieron personas con alimentos baratos en la calle y refrescos para ofrecer a los que hacían largas caminatas

. Enfermos perjudicados. Aquellas personas que debían asistir a centros médicos para realizar consultas urgentes o necesitaban atención médica no encontraron la forma para llegar a destino, pese a los pedidos hechos a quienes se convirtieron en dueños de las calles.

. Carros fúnebres. Los que tuvieron que enterrar al ser querido vivieron una odisea para llegar al cementerio, en algunos casos los ruegos no fueron escuchados y tuvieron que dar vueltas por vías libres para llegar a destino.

. Policía mal vista. La Policía dio otro paso atrás en la tarea de mejorar su imagen. Prestos a reprimir a los estudiantes, médicos y quienes intentan ingresar a la plaza Murillo, ahora se mostraron condescendientes con los choferes, casi cómplices y seguramente se encuentran entre los grupos menos fiables y queridos por la población

. Solidaridad. Aparecieron los corazones generosos de personas que no dudaron en dar una mano al que lo necesitaba, aquellos que abrían un espacio en su coche para ofrecer generosamente un asiento al cansado.

. El valor de la caminata. Los sedentarios, los que hacen poco ejercicio y se vieron obligados a caminar 20 ó 30 cuadras pueden agradecer a esta contingencia el hecho de verse obligados a hacer caminatas que van en beneficio de su organismo.

. Disminuyó la contaminación. En dos días de paro obligado, la contaminación disminuyó ostensiblemente. Muchos surtidores no vendieron un solo litro de gasolina y el ciudadano respiró aire fresco en su larga caminata.