OPINIÓN
Sin lugar a dudas el arrancar el partido con el campeonato bajo el brazo significó para los santos una gran presión, y con seguridad sirvió como motivación para luchar cada pelota en todos los sectores de la cancha. Recordemos que un empate los coronaba campeones.
A Oriente no se le puede reclamar nada, desde el inicio fue una tromba sin cesar; atacó sobre todo por la banda derecha sin poder doblegar una defensa que no fue prolija ni vistosa, pero sí muy efectiva. Algunos preferirán responsabilizar a los de Oriente y su falta de efectividad o ensalzar al arquero santo Carlos Lampe que, en su tierra quería quedar bien ante los suyos y colocarse la chapa de “capo” en el pecho. Sacó varias pelotas que tendrían que haber provocado el grito desaforado de los verdolagas.
El haber creado tantas oportunidades y no conseguir ninguna que se plasme en gol, no desesperó a los cruceños; esto hay que destacar. En este tipo de situaciones es cuando mas fácil se extravían los libretos y se nublan los pensamientos, sino solo póngase a pensar como reacciona cualquier humano en una situación desesperada, creo que no exagero al manejar el concepto de desesperación, ya que el primer tiempo se les esfumó a los de Oriente entre los dedos sin conseguir nada y en cada ataque infructífero, fortalecía la convicción de los de Oruro de seguir aguantando. Mientras más sopapos esquivas, mas confianza ganas.
Pero, “Tanto va el cántaro a la fuente que finalmente se rompe” como si el envión y el empuje del primer tiempo se concentraron en los primeros pasos del segundo tiempo para que a los dos minutos se abriera el marcador gracias a Piero Alba. Mientras más dominaba Oriente y continuaba desperdiciando oportunidades un pase a espaldas de Bejarano que lo aprovecha Salinas, habilita al goleador Saucedo y otra vez la copa sonreía para los de la tierra del carnaval, seguía mas convencido Oriente y mostró más argumentos para conseguir el segundo y así fue, Mojica provoca la locura en el Tahuichi.
Con este resultado San José queda con 38 pts. y está obligado a ganar a The Strongest en Oruro para dar la vuelta olímpica soñada, en la última fecha y jugando de local ante miles de querendones de la “V” azulada. El Tigre, por su parte tiene sí o sí que ganar a Guabirá y a San José para sumar 38 pts como máximo y provocar un partido extra para definir. Oriente jugará en Potosí ante Nacional y no le sirve otro resultado que la victoria para soñar también con los laureles, pero saben Cambas y Atigrados que si hay triple empate, por la amplia diferencia de goles San José daría la vuelta. Los porcentajes y probabilidades le siguen dando la ventaja a los de San José y si todavía están en lucha es por que se lo merecen, por otro lado, Oriente con Erwin Sánchez cambió totalmente la cara y el Tigre de las cenizas se recupera casi milagrosamente. Otra posibilidad es, si el domingo ganan Strongest y Oriente, los de Sánchez se llevarían la Copa a Santa Cruz. No olvidemos a Real Potosí, quien es el cuarto equipo con posibilidades de campeonar.
Otra final emocionante, buen cierre de torneo, así que todos a esperar el domingo.
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