Debe ser motivo de preocupación la alta incidencia de cáncer de cuello uterino en la mujer boliviana, siendo que el año pasado se registraron más de tres mil casos, que equivalen al 28 por ciento de los cinco tipos de cáncer, que afectan a la población femenina, según datos obtenidos por el Ministerio de Salud. Los especialistas coinciden en afirmar que es “Mejor prevenir que curar” y en este propósito a continuación desarrollaremos las causas y tratamientos para combatir esta mortal enfermedad.
Femenina (F) conversó con el Ginecólogo de CIES Fernando Álvarez (FA), quien amablemente respondió las principales interrogantes en relación con este tema.
F.- ¿Qué es el cáncer uterino?
FA.- El cáncer es un tumor maligno que puede alojarse en cualquier parte del cuerpo. En el caso del cáncer de cuello uterino, en muchas ocasiones, se ubica a nivel cervical y puede propagarse a través de la corriente sanguínea o del sistema linfático, es uno de los más comunes en el aparato reproductor femenino.
F.- ¿Cuáles son sus principales síntomas?
FA.- Cuando el cáncer está en etapa inicial, por lo general, no tiene ninguna sintomatología, pero cuando es avanzado o terminal se pueden presentar signos de alarma, que pueden orientar a la mujer de que algo no está bien, entre ellos están: la pérdida de peso, secreciones vaginales que a veces pueden ser fétidas, sangrados anormales entre menstruación y menstruación, hinchazón en las piernas, disminución del apetito y el cansancio al realizar ciertas actividades. Este tipo de enfermedad por lo general se presenta en mujeres a partir de los 40 años y comienza en la etapa de la menopausia.
F.- ¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?
FA.- El agente causante del cáncer uterino es el Virus del Papiloma Humano (VHP). Se conocen cerca de 100 tipos virales de los cuales sólo 15 son oncogénicos (provocan cáncer).
En Bolivia se ha detectado que las cepas más frecuentes son el VPH 16, 18, 33, 45 y 54. Sin embargo, existen factores de riesgo que contribuyen a que este virus sea más agresivo entre los que están la multiparidad, cuando la mujer ha tenido más de tres hijos, infecciones de transmisión sexual como la clamidia, gonorrea o sífilis; tener varias parejas sexuales, la pobreza que conlleva una inadecuada alimentación y por tanto una baja cantidad de defensas en el organismo.
F.- ¿Cómo se diagnostica este problema?
FA.- El diagnóstico consiste en pruebas como el Papanicolau o la Inspección Visual con ácido acético (IVAA) en búsqueda de células premalignas o del cáncer. La colposcopia es otra alternativa que consiste en utilizar un microscopio que amplifica el tamaño de las lesiones precancerosas del útero o vagina. La biopsia es un procedimiento que permite tomar una muestra de tejido que es enviado a un patólogo para su examen posterior.
F.- ¿Qué tipo de cáncer puede desarrollarse en esta zona?
FA.- En Bolivia se menciona que tres de cada cinco mujeres que padecen de esta enfermedad muere a causa del cáncer de cuello uterino. En el útero se puede desarrollar este padecimiento en algunas de sus tres capas, la primera que es la mucosa serosa, la segunda del miometrio formada por tejido muscular liso y la tercera con el revestimiento interno denominado endometrio. Además de otros tumores malignos a nivel de las trompas, ovarios y vagina entre otros que son poco comunes en nuestro medio.
F.- ¿Cuáles son los tratamientos para combatirlo?
FA.- El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende de la etapa en que se encuentre, el tamaño, forma del tumor, la edad, la salud de la mujer y del deseo de tener hijos. En algunos casos será conveniente realizar un cono leep que consiste en la extirpación selectiva del tejido afectado. En otros la crioterapia donde se congela a las células anormales. Sin embargo, cuando se trata de un cáncer avanzado se aplica el método más radical con la histerectomía con la extirpación del útero por vía vaginal o laparoscopia. En otros casos si el cáncer ya comprometió otros órganos como la vejiga o el hígado la enfermedad es terminal.
F.- ¿Cómo prevenir este tipo de cáncer?
FA.- La Organización Mundial de la Salud recomienda a la mujer practicarse por lo menos una vez al año Papanicolau, en particular aquellas que están entre los 25 a 45 años de edad o cuando inicien su vida sexual. La aplicación de la vacuna para prevenir el cáncer uterino viene en dos presentaciones: la bivalente contra las cepas VHP 16 y 18, que produce el 80 por ciento del cáncer de cuello uterino a nivel mundial, y la tetravalente que incorpora adicionalmente dos cepas la 6 y 11, que si bien no son oncogénicas previenen las verrugas genitales, que son dosificadas en tres oportunidades.
Estas vacunas son aplicadas a niñas de 9 a 13 años de edad que no hayan tenido aún relaciones sexuales, o en adolescentes en iguales circunstancias y en casos especiales, que serán evaluados por el especialista. CIES, desde el 2009, proporciona esta vacuna a niñas entre 9 y 13 años de edad, dentro de un proyecto exclusivo para estas edades.
Considero que la información y educación que proporciona CIES apunta esencialmente a un cambio de actitud en la práctica, donde la mujer pese a tener conocimiento de lo que debe hacer para cuidar su salud no lo hace y la idea es que tome conciencia que lo que está en juego no sólo es su salud sino su vida. Que pregunte a cerca de cualquier análisis que requiera y no se quede con la duda por temor.
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