Damasco, (EFE).- Dos estallidos dejan el trágico saldo de 55 muertos y 372 heridos en Siria. El atentado se produjo a las 7:50 horas, cuando muchas personas entraban a trabajar. Al oír el primer estallido, una multitud corrió al lugar para ayudar a los heridos y ver qué había sucedido. Fue entonces cuando explotó un segundo artefacto mucho más potente.
De acuerdo con las autoridades, los vehículos iban conducidos por dos terroristas suicidas, que los hicieron estallar con tan solo un minuto de diferencia, el primero de ellos a las 07.53 hora local (04.53 hora GMT).
El número de víctimas podría aumentar, ya que las fuerzas de seguridad han recopilado quince bolsas con restos humanos no identificados.
Las explosiones ocurrieron cerca de un edificio del denominado cuerpo de la Inteligencia Palestina y una sede de los servicios de Aviación en Qazaz, donde decenas de coches y autobuses resultaron incendiadas.
Según se pudo constatar en el lugar de los hechos, el estallido de los coches bomba dejó dos grandes hoyos en el suelo y un reguero de escombros, sangre y cristales de los edificios cercanos.
A Qazaz se trasladó un equipo de los observadores de la ONU, desplegados en Siria para verificar el cumplimiento del plan de paz del mediador internacional, Kofi Annan, que estipula, entre otros, un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril.
Entre los expertos que acudieron a inspeccionar el lugar del doble atentado se encontraba el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood.
Mood afirmó en declaraciones a los periodistas que “este acto terrorista horrible” no supone una solución a la crisis en Siria sino que “causa problemas a todo el pueblo sirio”.
Aunque el origen de los atentados se desconoce, el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, acusó a “grupos terroristas armados”, apoyados por partes extranjeras, como se refiere a la oposición armada.
Este atentado ha sido el más grave desde el inicio de las protestas en marzo de 2011, seguido por el perpetrado en diciembre de ese año en las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central en Damasco, en el que murieron al menos 44 personas.
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal agrupación opositora en el exilio, negó cualquier implicación en los atentados y consideró que benefician a las autoridades.
El portavoz de esta organización, Emad Hosari, dijo a Efe que “estos atentados sirven al régimen sirio, que desde el primer momento dirigió sus ofensivas contra los civiles”.
En su opinión, la intención de Damasco es disuadir a los observadores de la ONU desplegados sobre el terreno de que hagan su trabajo.
En cuanto al futuro de los observadores, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, advirtió de que los atentados de hoy y los registrados ayer en el sur de Siria “tendrán consecuencias graves” en la misión de la ONU.
En este sentido, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores aseguró que “pese al incumplimiento del plan de Kofi Annan por parte de los grupos terroristas y los países que los respaldan, Siria proseguirá prestando toda la ayuda al equipo de observadores para que puedan desempeñar su labor con éxito”.
El mediador internacional condenó estos actos “aborrecibles e inaceptables” y pidió que se evite un mayor baño de sangre entre la población civil, porque “cualquier acción que sirva para aumentar la tensión y el nivel de violencia sólo puede ser contraproducente para los intereses de las partes”.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.88 Bs. |
1 UFV: | 1.75242 Bs. |
Impunidad |