Representantes de la prensa en Bolivia, analizaron las agresiones físicas de efectivos policiales contra los periodistas en los conflictos sociales y las agresiones verbales por las autoridades gubernamentales. En tanto, el diputado por el Movimiento al Socialismo (MAS), Juan Carlos Cejas, reprochó la actitud de la Policía y admitió vacíos legales en las normas que protegen a los trabajadores de la prensa.
En las últimas semanas los conflictos sociales en el país derivaron en marchas, movilizaciones, piquetes de huelga de hambre entre otros, medidas en las cuales los periodistas de distintos medios de comunicación, fueron agredidos por efectivos policiales.
“Las agresiones físicas que se dan de parte del poder político, responden a una figura legal que esta penada por nuestro marco normativo nacional. En este sentido las agresiones que sufren los periodistas son vulneraciones a los derechos fundamentales que tenemos todos los ciudadanos pero sobre todo los periodistas en tareas de cobertura”, señaló el presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Antonio Vargas.
Para el académico y representante de la prensa, las agresiones de los uniformados hacia los periodistas durante su tarea diaria de cobertura, tienen el objetivo de amedrentar a quien puede registrar las imágenes y voces de aquellos que protagonizan supuestos atropellos en contra de la ciudadanía.
Estas embestidas en contra de la prensa ponen en peligro a este sector debido a que los periodistas se ven obligados a retirarse de la cobertura y el que resulta perjudicado es el ciudadano, por la limitación de información y la generación de opinión pública, añadió.
Asimismo hizo referencia a las agresiones verbales, de las cuales también son víctimas de los periodistas, cuando autoridades gubernamentales, legisladores oficialistas y representantes de organizaciones afines al Gobierno, reciben preguntas cuestionando las actitudes del Ejecutivo.
En la mayoría de los casos, la prensa recibe insultos como en Santa Cruz por parte del alcalde Percy Fernández, o soportan sarcasmos, o petición de pruebas cuando se consulta a las autoridades acerca de ciertas acusaciones, o se cuestiona la imparcialidad del medio, cuando se hace la consulta respectiva.
“Cuando los servidores públicos de alta jerarquía recurren al insulto, al sarcasmo en contra de los periodistas cuando preguntan temas delicados, desnuda su propia ignorancia y su propia intolerancia porque son ellos quienes deberían explicar las dudas que también la ciudadanía quiere saber”, sostuvo Vargas.
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