Leonor Boyán, enfermera que participó de la marcha del sector salud el jueves, se encuentra en la unidad de terapia intensiva del hospital del Tórax con diagnóstico reservado y graves daños renales, producto de golpes que habría recibido tras su detención en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Este nuevo hecho de presunta tortura ejercida por la Policía es reprochada por la oposición que solicita realizar las indagaciones para establecer responsabilidades.
Para el diputado de Convergencia Nacional (CN) Mauricio Muñoz, la Policía está actuando contra la población sin medir consecuencias. Repudió las agresiones sufridas por la afectada aunque dijo que se deberá establecer los hechos y de ser necesario este frente opositor pedirá un informe al comando general del verde olivo.
“La violencia se ha desbordado y este escenario fue advertido en su momento. Existe demasiado maltrato entre bolivianos y lo único que falta es que se derrame sangre. Sabemos que la Policía cumple órdenes, pero deben recordar que se deben al pueblo y que este gobierno es temporal, porque cuando salga constitucionalmente, podrían ser enjuiciados”, dijo.
La mujer fue detenida el jueves después de que el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, fuera agredido con una piedra arrojada desde el tumulto que protestaba frente al ministerio de Salud.
De acuerdo a la versión proporcionada por una colega de la enfermera, ésta le habría contado que fue arrastrada de los cabellos y recibió patadas de los uniformados quienes le exigían que “confiese” haber lanzado la piedra que llegó a la autoridad de Gobierno.
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