El crecimiento, el empleo y la introducción de reformas en el pacto europeo de austeridad, figuran entre los principales objetivos del presidente electo de Francia, el socialista François Hollande, quien ya ha recibido el mensaje de Alemania de que ese acuerdo fiscal no es renegociable.
Precisamente, una vez haya tomado posesión como jefe de Estado de Francia el próximo día 15, Hollande viajará a Alemania el día 16, donde la canciller federal, Angela Merkel, aseguró este lunes que le recibirá “con los brazos abiertos”, aunque insistió en que el pacto fiscal no es renegociable, como ningún otro tratado europeo tras unos comicios en un país “porque, de ser así, no se podría trabajar en la UE”.
Merkel, quien tuvo en el presidente saliente de Francia, el conservador Nicolas Sarkozy, un gran aliado, subrayó que Alemania trabajará con Hollande “intensamente” en busca de una fórmula para “lograr a la vez una consolidación presupuestaria y un crecimiento sólido”, ya que “lo uno no va sin lo otro”. Y es que este domingo mismo, tras conocerse su victoria en las urnas por algo más del 51% de los votos sobre Sarkozy, Hollande resaltó su intención de dar a la construcción europea una dimensión de crecimiento y empleo y, horas después, destacó que su triunfo electoral supone “un cambio para Europa”.
Hollande quiere plantear a Merkel una reforma del tratado europeo firmado a principios de marzo pasado que incluya medidas de reactivación económica, como contrapeso al rigor presupuestario. Además de con Merkel, Hollande se reunirá próximamente con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para discutir una agenda basada en el crecimiento y el empleo.