El sábalo se agota en el Pilcomayo

Tarija (EL DIARIO).- El 3 de mayo pasado fue levantada la veda para la pesca comercial en el río Pilcomayo, y las familias indígenas weenhayeks y tapiete, que habitan a orillas del afluente en los municipios de Villa Montes y Yacuiba, tienen hasta septiembre próximo para realizar esta actividad.

La directora de Conservación y Defensa de la Fauna (Codefauna) de la Gobernación de Tarija, Betzabé Herrera, informó que existen estudios que permiten la pesca comercial, porque luego de un monitoreo realizado en los municipios Villa Montes y Yacuiba, se evidenció que existen nuevos cardúmenes que están haciendo su ascenso hasta las zonas de pesca en Bolivia y que éstos cumplen con los parámetros mínimos de contenido de grasa del pez y la talla, entre otros aspectos.

Pese a la autorización, la funcionaria dijo que se realizará el control para que la gente saque el pescado sin agotarlo, sobre todo evitar la extracción de peces jóvenes que no cumplen con los parámetros para ser comercializados.

Herrera aclaró que no era conveniente prolongar más la veda puesto que representaría un serio conflicto social debido a que bastante gente vive de la comercialización del pescado.

Durante la época de la pesca, muchas familias dejan sus casas para acampar en las orillas del río Pilcomayo, donde parte del pescado se vende a los intermediarios para su comercialización en diferentes ciudades del país.

En el mercado Campesino de la ciudad de Tarija, principal centro de consumo del sábalo que se obtiene del Pilcomayo, ya se comercializa el pescado, aunque en poca cantidad, cuya talla apenas supera el mínimo establecido (30 centímetros), en contraposición con el sábalo que llega desde frigoríficos de la provincia de Santa Fe (Argentina), cuyo mayor tamaño no es proporcional con el precio, lo que deriva en que la gente lo prefiera.

CAPACITACIÓN

Herrera, informó que los indígenas wennhayeks recibirán capacitación en agricultura y piscicultura, por las condiciones desventajosas en las que se encuentra el Pilcomayo ante la escasez de pescado. “Existe una latente crisis que llegó hace muchos años atrás al río, por lo que se vio por conveniente fomentar la piscicultura en gran parte del departamento en referencia a la siembra de peces”, dijo.

El capitán grande del pueblo wennhayek, Moisés Sapiranda, dijo que ve con optimismo este tipo de proyecto, y más aún cuando ellos se encuentran cansados de evidenciar cada año esta crisis en el Pilcomayo.

“Es importante y muy valorable lo que se quiere hacer, ya que sólo vivimos de la pesca, ahora nos quieren dar la alternativa de sembrar alevines, es muy bueno”, manifestó, a tiempo de resaltar la capacitación que habrá en agricultura, sin embargo, reiteró que la vocación de su pueblo es la piscicultura.

DRAGADO

El dragado del lecho del río ayudaría a que fluya el agua, pero con relación a los peces la solución es tardía.

La última información publicada por El País, el 3 de marzo, respecto al dragado manifiesta que una vez firmado un convenio trinacional entre Argentina-Paraguay y Bolivia, el dragado debía realizarse durante ese mes y parte de abril. “El trabajo se realizará todo el mes de marzo y abril”, manifestó el gobernador el 2 de marzo; sin embargo, la tarea hasta el momento no es cumplida.

COMPROMISOS

El presidente Evo Morales y autoridades del pueblo weenhayek firmaron, el 29 de marzo pasado, un convenio para mejorar el desarrollo social de esta comunidad, en un acto realizado en el palacio de gobierno, donde el mandatario prometió, además, la instalación del servicio de agua potable y la construcción de viviendas.

El acuerdo también contempla la creación de una Oficina Técnica Nacional del río Pilcomayo, una Comisión Trinacional para el desarrollo de la cuenca de río Pilcomayo entre Argentina, Bolivia y Paraguay, que estará a cargo de la Cancillería, además del desarrollo piscícola en este río con un plan de acción a mediano y largo plazo.

BAÑADO LA ESTRELLA

El Bañado La Estrella, el tercer humedal más grande de Sudamérica, localizado en la provincia argentina de Formosa, se seca y junto a él la esperanza de pesca de los weenhayeks se esfuma. La falta de agua en el bañado, no sólo perjudica a los indígenas bolivianos, sino también a los argentinos como los tobas y los pilagá, instalados en proximidades de este humedal.

Pozos aislados con gran cantidad de peces muertos constituyen el panorama aterrador que rodea al bañado La Estrella, lugar donde se cría y engorda el sábalo para remontar hacia el lado boliviano.

El canal hacia este bañado, que se alimenta de los desbordes del mismo río Pilcomayo, está colmatado y al no haber corriente los peces van muriendo. Esta situación parece revelar que este año tampoco será uno de los mejores para la pesca en Tarija.

La cantidad de sedimentos que transporta el Pilcomayo, acentuada en los últimos años por la erosión de sus nacientes, está produciendo una colmatación y desplazamiento aguas arriba del humedal. Por otro lado al taponarse el cauce del río las crecidas no son tan intensas como antes, lo que determina un progresivo desecamiento con la consiguiente invasión de especies leñosas. Así es como paradójicamente las mismas circunstancias originarias del bañado podrían condenarlo a la desaparición.

Los peces que yacen muertos en las escasas aguas no llegan a tener la edad adulta y, por lo tanto, no podrían remontar el río.

Según informaciones otorgadas por la fundación Fungir de Argentina, no hay peces en la parte argentina. “Si realmente llegan a subir los peces hacia la cuenca media y alta de la parte boliviana serán peces del lado paraguayo”, indicá el informe.

Fuentes extraoficiales dan a conocer que en el lado paraguayo también el río tendría trancas y palos, empero existe la posibilidad de que se haya criado peces en algunas represas que se formaron en ese sector.