Derechos reales, un calvario

Señor Director:

Con asombro hemos comprobado algunas anomalías en las oficinas de Derechos Reales de la ciudad de Cochabamba, donde algunos trámites son despachados en días o semanas, sin justificativo, además que los mismos están plagados de errores, que tienen que ser subsanados en más de 15 o 20 días, como también el extravío de documentos hipotecarios.

No contentos con el perjuicio causado a litigantes, como a personas que recurren a dichas oficinas en demanda del registro de algún bien inmueble o la obtención de folio real, como otros de mero trámite, tienen la osadía de endilgar muchas veces a los propios interesados, con pretextos maliciosos, para evadir su ineficacia. Más aún, muestran despotismo y lenidad, cuya lisonja, como antesala, invita al soborno y cohecho, común en sus actos de soberbia, que rayan en una burocracia censurable.

Recientemente, el Consejo de la Magistratura ha anunciado con mucho ruido que depuraría las oficinas de Derechos Reales a nivel nacional. Si bien ya se produjo recientemente en la ciudad de Santa Cruz, no debe cesar esta medida, sin que ello signifique masacre. Así los corruptos deben dar paso a otros, previo examen evaluativo, que se comprometan a cumplir sus deberes y obligaciones, bajo severas advertencias y someterlos a una vigilancia implacable, sin perjuicio de aplicar el Art. 195 inciso 2) de la Carta Magna. En caso contrario, el remedio resultaría peor que la enfermedad.

Juvenal Pinto Sagredo

C.I. 734086