Ciudadanía es la mayor afectada por los conflictos

Paros, marchas y huelgas en Bolivia, perjudica más a la población que a los gobernantes, expresó el analista Jimy Ortiz. El país durante ocho semanas ha sufrido de una diversidad de convulsiones que afectaron de manera directa a los bolsillos y la salud de los bolivianos.

El analista manifestó que el gobierno del presidente Evo Morales, debe tomar en cuenta que la continuidad de los conflictos que se han apoderado de las calles afecta de manera directa principalmente a la población que día tras días sale y transita o tienen negocios cerca de los lugares de convulsión.

“Un país no puede progresar si no tiene paz, en toda Bolivia se respira un ambiente hostil, hemos dejado de ser fraternos entre nosotros y la única solución que hay en el siglo XXI, es a través del diálogo y no es al estilo del vicepresidente Álvaro García a palo, a wasca (a golpes) y confrontando a la gente, ese sistema no lo quiere el pueblo boliviano”, expresó Ortiz.

Por ello, al analista cruceño afirmó que el presidente Morales debe comenzar a gobernar realizando gestión pública, más allá de la gestión política que ha caracterizado estos seis años de mandato, considerando que la sociedad necesita soluciones y un líder que pueda resolver cada una de las problemáticas de manera responsable y antes de pasar de la demanda a la protesta y de ésta a la convulsión social.

LEGISLADORES

Por su parte, la senadora por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Sandra Soriano, argumentó que hasta el momento el actual Gobierno ha administrado el Estado escuchado a la población, como señala la consigna presidencial de “gobernar obedeciendo al pueblo”.

Con relación al panorama de conflicto, la legisladora expresó que todo desarrollo de las conflictividades se soluciona en torno a la predisposición que tiene cada una de las partes de remediar el problema.

Sin embargo, el diputado por Convergencia Nacional (CN), Tomas Monasterios, señaló que existe una posibilidad de que los conflictos rebasen al Ejecutivo y se torne un nuevo “Octubre negro”, considerando los paros, marchas y huelgas de los sectores movilizados que marcan una etapa conflictiva nunca antes vista por la duración de la convulsión social.

La Central Obrera Boliviana (COB) mantiene las movilizaciones y no se descarta aplicar el paro general indefinido, después del paro de 72 horas vivido la anterior semana.

El sector salud ha cumplido un mes y una semana de paralización, afectando la atención a los pacientes. El área de urgencias no abastece mientras pacientes de oncología, diálisis y neonatología enfrenta riesgos severos a la vida.