Desde la tribuna

Recibimiento

La hinchada de San José preparó una verdadera fiesta para el último encuentro del equipo de la V azulada en el Bermúdez, la fiesta comenzó desde el ingreso de los santos al campo de juego en medio de humos, cánticos, aplausos, bengalas. El saludo del cuadro orureño fue respondido por las barras con mucho entusiasmo, la esperanza de volver a obtener un título para Oruro era grande, sólo se necesitaba un empate para que San José levante la copa de campeón.

Proyectiles

Al inicio del encuentro, la hinchada de San José mostró toda la calidez del pueblo orureño, si bien se escuchó la silbatina a los jugadores de The Strongest, algo lógico para cualquier barra, los seguidores santos se portaron a la altura de la ocasión. A medida que pasaron los minutos del partido la desesperación de los hinchas del elenco creció porque se producía el tan temido empate, y los proyectiles comenzaron a caer poco a poco en el campo de juego. Esto se hizo más evidente cuando el árbitro del partido decretó el final de las acciones. Cayeron cáscaras de fruta, algunas botellas vacías, vasos desechables, mientras la Policía sólo atinaba a buscar desde la pista atlética del Jesús Bermúdez quienes infringían en este hecho.

Petardos y fuego en la cancha

La molestia de los hinchas de San José creció a tal punto que comenzaron a lanzar petardos al campo de juego, uno de estos elementos cayó cerca de Pablo Escobar quien se tiró al piso fingiendo que el petardo lo lastimó sin pasar a mayores. En las tribunas, comenzaron a encenderse fuegos en protesta por la derrota de San José, las curvas norte y sur del escenario deportivo se iluminaron por fogatas que se prendieron a falta de iluminación propia del campo.

Antideportivo

Los administradores del Jesús Bermúdez no encendieron las luces del estadio para la premiación a The Strongest, y decidieron retirar las mangas de ingreso a camarines, arriesgando a los integrantes del elenco aurinegro de ser alcanzados por algún proyectil o petardo, el equipo se quedó un tiempo más en la cancha pues los hinchas no les permitían entrar a los vestidores lanzando elementos pirotécnicos hacia ellos.