Descontento y clima de paz

El pueblo boliviano -luego de gobiernos militares de facto, incultos, ambiciosos y la democracia impuesta a partir de 1982 con mandatarios neoliberales, muchos corruptos- recibió esperanzado el año 2006 a Evo Morales Aima, que se suponía iba a gobernar de manera diferente a sus antecesores. Si bien puso entre rejas a algunos que abusaron de las arcas fiscales, como movimientistas, adenistas y políticos que abandonaron el país, no hizo lo propio con miristas que usufructuaron del poder con Hernán Siles Zuazo, Victor Paz Estenssoro, Hugo Banzer Suárez y Gonzalo Sánchez de Lozada.

Sus militantes se convirtieron con rapidez en nuevos ricos. Jaime Paz Zamora siendo tercero en elecciones fue presidente, y dijo en una ocasión a los periodistas: ¡por Dios, no me hablen de corrupción! Gozando en el “Picacho” fue felicitado en su cumpleaños por el presidente Morales. Tal vez, ¿favor con favor se paga? Esa bondad, discriminación, ¿por qué?, se pregunta la gente.

Decíamos que el pueblo “esperanzado” votó por Morales Aima que ganó por mayoría con el 53,7% de votos el 18 de diciembre de 2005. Estamos en el 2012 y si hubiera justas elecciones, se cree que no volvería a alcanzar esa preferencia, porque en más de seis años de gestión, el país no avanza hacia el desarrollo y progreso, retrocede a la era colonial. Se creía que el partido gobernante contaba con un programa de gobierno, los hechos muestran lo contrario.

Quizás Evo Morales abrigaba buenos propósitos, pero los áulicos, asesores nacionales y extranjeros, mayormente se impusieron a sus intenciones; el “proceso de cambio” no avanza ni se advierte transformaciones en el sistema económico y social postergado. Ahí están las convulsiones, exigencias sociales con marchas, paros, bloqueos en todo el territorio nacional.

La policía arremetió con saña contra los manifestantes de la Central Obrera Boliviana (COB), médicos, sanitarios, universitarios, maestros y empleó gases, balines, laques, agua y mandó a los contusos, heridos a los hospitales, por el solo hecho de pedir aumento de salarios, ya que el costo de vida sube cada día con exageración, si estamos importamos productos de la canasta familiar en cantidades considerables de Perú, Chile y Argentina. A esto se agregan las declaraciones soberbias del Vicepresidente al pedir a la población levantarse contra los médicos que defienden su trabajo de seis ahora a cambio de sueldos míseros.

Álvaro García Linera dijo: “Quiero convocar al pueblo de Bolivia, los trabajadores, los vecinos, comerciantes, para defender la salud, que no siga esta prepotencia y este abuso; los convocamos a movilizarse para defender el sistema de la salud pública, a cada vecino, a cada gremial, fabril, comerciante, trabajador, obrero, oficinista a movilizarse, defendamos juntos el sistema de salud; el Gobierno ha hecho lo que ha podido con la suspensión del decreto, ha llegado hasta ahí, le toca al pueblo defender”.

Se hace caso omiso y hay expresiones como: si el Gobierno malgasta la plata en helicópteros, aviones, satélites, museos, terrenos, cómo no va a tener fondos para incrementar haberes; es inconcebible. Y el primer mandatario añadió: “estoy muy feliz por no haber ido a la universidad”. Expresión orgullosa pero ofensiva, si él ha recibido el grado de “Doctor Honoris Causa” y dio un sopapo a profesionales, universitarios, estudiantes y padres de familia que hacen esfuerzos por sus estudios, para que sean útiles al país. Un pueblo sin cultura es un pueblo sin alma. Un hombre sin sabiduría, es como una campana sin sonido.

El cambio de nombre de República de Bolivia por Estado Plurinacional laico es intrascendente. El Gobierno en el aspecto político desde sus inicios ha optado por copar los tres poderes del Estado, todo el aparato estatal, logró su cometido. La Asamblea Legislativa es un apéndice del Legislativo, el Judicial parcializado. Se dirá que hubo avances en las exportaciones de materias primas como el gas, minerales y nacionalización de empresas estratégicas como YPFB, ENTEL, minería nacionalizada y cooperativizada, aunque analistas dicen que no hay tal “nacionalización” de los hidrocarburos administrados por las transnacionales, sólo se ha modificado o readecuado los contratos.

La nacionalización de la Transportadora de Energía Eléctrica de España fue una recompra del paquete accionario y se indemnizará por la expropiación. Los españoles no descartan suspender la ayuda a Bolivia.