Prohibición de importar papa hasta agosto

Una medida muy esperada por los campesinos y varias veces sugerida por EL DIARIO, acaba de ser dictada por el Gobierno, la cual consiste en prohibir la importación de papa. La disposición se produjo en momentos en que el contrabando de ese tubérculo estaba desplazando a la producción nacional y, al mismo tiempo, estaba siendo objeto de preferencia por los consumidores, aprovechando los precios de la papa llegada de contrabando e inclusive importada por el Gobierno.

En años recientes la producción de papa -uno de los principales alimentos de la población- se encontraba en plena declinación, debido a equivocadas políticas agrarias, así como por efectos climáticos, lo cual determinó la disminución del abastecimiento a los mercados de consumo. Esa caída de la producción de papa originó que inclusive -según información oficial- el Gobierno se viese obligado a importar ese alimento en proporción de 48.000 toneladas, logrando en esa forma que el mercado de consumo no esté en dificultades y provoque la protesta popular.

La producción de papa se encontraba en caída desde hace varios años, situación que mejorará gracias a condiciones climáticas favorables, aunque no por la solución de diversos problemas causados por obsoletas políticas agrarias que continúan subsistiendo. Siguen en vigencia disposiciones contra la agricultura, tanto de origen constitucional como diversas leyes de carácter agrario, en especial en lo que se refiere a la propiedad de la tierra y en particular la criticada ley denominada de “Reconducción comunitaria de la reforma agraria”. Ésta es en esencia la Ley INRA, dictada hace más de diez años por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, aunque con pequeños cambios de forma que no alteraron su orientación feudal y antidemocrática.

Es indudable que la producción interna de papa puede autoabastecer ampliamente el mercado de consumo local y al mismo tiempo tener precios bajos. Esos aspectos son más fáciles de considerar ya que la papa es originaria de la región andina boliviana y, según los técnicos, en nuestros campos se cultiva alrededor de 600 variedades de esa especie. Pese a esas óptimas condiciones, la producción de este tubérculo estuvo en descenso, al extremo que el Gobierno se vio obligado a su importación, hasta la crecida cantidad de 48.000 toneladas el año anterior.

En todo caso, se debe tomar en cuenta que la producción de este año fue algo superior a la del anterior, únicamente debido a factores climáticos y no al incremento de los cultivos o el aumento de las áreas trabajadas. Se podría adelantar que si el próximo año agrícola no tiene a su favor factores climáticos, podría producirse una nueva caída de la producción, más aún porque la legislación agraria sigue vigente y es la principal causa para la importación de este alimento.

En todo caso, la prohibición de importación de papa tiene deficiencias, ya que en primer lugar sólo estará en vigencia hasta agosto próximo y, en segundo lugar, no se dictó ninguna medida para frenar el contrabando de ese producto. Ese tráfico continuará debido a que la papa importada es de menor precio que la nativa y, en algunos casos, de mejor calidad.

Finalmente, si el Gobierno realmente tiene interés en fomentar la producción nacional, también debe dictar medidas que prohíban la importación de grandes cantidades de manzanas, peras, uvas y otras frutas de Chile, Argentina, Perú e inclusive Estados Unidos. Pero no se da el menor viso de que se pondrá en práctica disposiciones de tal naturaleza.