OPINIÓN
Cuando le exigimos a la Federación Boliviana de Fútbol y su cuerpo técnico una serie de señales que incrementen e incentiven nuestra confianza hacia sus movimientos e iniciativas, nos referimos a muestras claras de una planificación que esté a la altura de los compromisos a desarrollarse y la necesidad que tenemos de ganarlos.
Fue noticia en todos los medios especializados la llegada del grupo de avanzada de la selección chilena, se hizo presente en el estadio Hernando Siles, revisaron el camarín que será asignado a los visitantes, recorrieron el interior del “Gigante” para planificar salidas alternativas y otros detalles de seguridad, midieron la altura del césped, hablaron con el administrador del estadio para expresarle su preocupación por este tema. Don Eduardo Flores les explicó que una semana antes, el escenario recibe los últimos retoques y espero que no les haya dicho que cortarán el césped tan corto como nuca de conscripto, para que la bola ruede a mil por hora y los desgaste obligatoriamente.
Que esto no se entienda como un mal deseo o un comentario mala leche, lo que sucede que es que me da envidia y simultáneamente temor, el profesionalismo que demuestran los mapochinos dirigidos por Borghi.
El operativo “Altura” para ellos comenzó los últimos días de diciembre del año pasado, por eso en las primeras reuniones de la Asociación Nacional de Fútbol de este año aprobaron la planificación presentada por el cuerpo técnico.
La necesidad de ganarle al mas débil del campeonato, o sea nosotros, queda demostrada en una movida política ideada por el cuerpo técnico chileno y respaldada por la dirigencia del país vecino que indultó a Arturo Vidal, para permitir su convocatoria a estos encuentros, recordemos que Vidal fue suspendido por el propio Borghi por llegar en estado inconveniente junto a Carmona, Jara, Valdivia, Beausejour antes de los partidos contra Uruguay y Paraguay en estas eliminatorias.
Borghi convocó a Alexis Sanchez que disputará la final de la Copa del Rey con el Barcelona, Matías Fernandez que disputará la final en Portugal con Sporting de Lisboa y al indultado Vidal que estará presente en la final de la Copa Italia con la Juventus.
Practicarán y emparejarán lo físico durante una semana en Santiago, para una semana después trasladarse a Calama que, a una altura de 2500 m.s.n.m servirá para el inicio de la aclimatación de los elegidos chilenos, convengamos que tanto el D.T y el cuerpo técnico chileno son conscientes que esta movida de mucho no servirá, lo que quieren conseguir es vencer los temores en la mente de los jugadores, el bastón psicológico que necesitan para elevar por lo cielos sus niveles de confianza. Directamente de Calama se vendrán a La Paz, horas antes del encuentro, para aprovechar la ventana fisiológica que tan de moda está los últimos tiempos.
El mismo día del partido se llevará a cabo la entrada del Señor Gran Poder y al parecer lo único que nos queda para asustarlos es que se crucen en su camino, un par de diablos y un oso grandote de morenada.
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