Costumbres paceñas

“Teniendo en cuenta que una costumbre es un hábito adquirido por la frecuente practica de alguna acción, es que reparo en las muchas costumbres, buenas y malas, que el paceño tiene y que marcan de forma definitiva su personalidad.

Con la duda todavía rondándome de si el ser humano es animal de costumbres o por costumbre, con pena pude apreciar esta mañana, durante un muy tempranero paseo dominical, cómo con mucho desparpajo una señora que consumía una interesante cantidad de mandarinas, no reparaba en botar pepas y cáscaras a mitad de la calle. Al acercarme yo a reclamar por esta descuidada actitud recibí como única y sorpresiva respuesta ´No es mi culpa que no pongan basureros por aquí pues joven, además ¿Qué te importa?´.

Atónito con tamaña respuesta, en cuanto a su ignorancia, la duda me ronda ¿Es necesario que esa cuasi ilustre señora apoltrone sus asentaderas tan lejos de un basurero, justo ahora que se antojó esos ricos cítricos?

Otras de esas costumbres que el paceño de cepa tiene arraigadas en el alma, son esas frases libres de toda culpa que dirige en ciertas ocasiones tales como ´Mañana te voy a llamar´, cuando uno se cruza con alguna persona que no es totalmente grata. ´Mañana te pago´ es la típica frase del paceño manguero que si bien no eroga una deuda de importancia, no tiene la menor intención de cancelarla. Otra brillante frase que algunos paceños utilizan como recurso es la típica ´Dos chelitas y me voy´ cuando el verdadero objetivo es llegar medianamente temprano, de preferencia antes de la aparición del sol.

Como costumbres malas, el paceño también ejerce ciertas buenas como asistir indefectiblemente al clásico de fútbol, las ingesta de forma casi santa, de fast food criolla como son las salteñas y tucumanas y en menor medida patitas rebosadas o tripitas cocidas ya sea en la visita a un mercado o al máximo templo del futbol boliviano”