J.C. “Flaco” Arenas
Cuando todo indicaba que Fluminense y Boca Juniors se iban a penales, el charrúa Santiago Silva, en los minutos de descuento, empató el partido y fue suficiente para que los Xeneizes sellen su pase a las semis.
Ese mismo día, a tres minutos de la culminación del partido, Paulinho, puso el 1-0, con el que Timao también clasificaría a semifinales.
Un día después, así como en la idea, la Universidad de Chile y Libertad empataron a un gol por bando y los Azules sellaron el pase gracias al tiro errado de Ayala.
Y por si todo lo anterior no era suficiente, y cuando se pensaba que el partido de Santos – Velez ya no sería tan emocionante, estas dos escuadras nos regalaron más emociones. Los de Liniers estaban a doce minutos de la clasificación, pero Alan Kardec se encargó de darle al Peixe una oportunidad para que todo se defina desde los doce pasos. Oportunidad que fue aprovechada y ahora el Santos se encuentra nuevamente ente los cuatro mejores del continente.
Santos –Corinthians y Boca – U de Chile, esas son las semis, las cuales, sin lugar a dudas, estarán llenas de emociones, porque así es la Copa Libertadores, emocionante, vibrante, eufórica.
Lo siento por Michel Platini, pero acá, en este lado del mundo y no en Europa, es donde se juega el campeonato de clubes más extraordinario y sorprendente del planeta.
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