Cartas
Señor Director:
Desde la primera década del siglo pasado, las organizaciones sindicales del transporte boliviano iniciaron sus actividades imbuidas de un sentimiento de lucha, enarbolando la bandera del proletariado, bajo la influencia internacional de la masacre de Chicago un día “1 de Mayo”.
Desplegando acciones planificadas por la defensa de los derechos que le asisten al gremio dentro de la sociedad y llevando su sed de justicia social a otros sectores, como de los compañeros ferroviarios, gráficos, fabriles y otros, junto a los mineros, la clase trabajadora del país, protagonizaron intensas jornadas de sangrientas luchas, siendo muchos de aquellos luchadores clasificados como “anarquistas” y conocieron la ferocidad de las cárceles y el éxito fuera del país.
Desde ese tiempo a la fecha, vale recordar a los aguerridos choferes que, como pioneros del transporte, fundaron los sindicatos, federaciones y la propia Confederación Nacional. En aquella época, en todo el país surgieron destacados valores en el campo sindical, los que se distinguieron por su capacidad, decisión y valentía. Demandaría mucho espacio enumerarlos, pero los reconocemos por su valor y liderazgo y por ello han sido llevados a los sitiales más altos del transporte boliviano.
Con el paso de los años, más propiamente al finalizar la década de los años 80, debemos lamentar la peligrosa ausencia de nuevos y buenos valores en las filas del gremio, dando lugar al debilitamiento orgánico de sindicatos, federaciones y la matriz nacional.
Prueba de ello es que en los últimos congresos nacionales no han encarado a fondo los problemas que atentan contra la unidad sincera del gremio, menos han hallado los caminos más directos para el logro de beneficios en salud, obtención de viviendas, renovación de herramientas y, como hasta hoy, la decantada jubilación, al margen del mantenimiento de los caminos y la reposición de los derechos conculcados al transporte nacional.
Consideramos que ha llegado la hora para que la dirigencia sindical en todos sus niveles inicie la inmediata y urgente tarea de formar sus cuadros, siguiendo el ejemplo de nuestros viejos líderes, a fin de prepararlos como a verdaderos sindicalistas, mediante cursillos, seminarios, conferencias o mesas redondas.
Logrado este objetivo, seguro que en nuestros futuros congresos, con gente nueva y preparada, tendremos logros positivos de reivindicación, encaminándonos a responder a los desafíos del presente proceso de cambio, en el marco de la igualdad de condiciones, por una justicia social sin discriminaciones y con justo derecho a satisfacer nuestras necesidades de sobrevivencia. Sólo así, con aciertos y bases sólidas, fortificaremos la estructura y la unidad orgánica del transporte sindicalizado boliviano.
Le agradezco profundamente su deferencia al prestar atención a la presente nota. Saludo a usted con toda consideración.
Atentamente,
Hermógenes Sócrates Apaza
C.I. 233268 LP.
Vocal del Tribunal de Honor de la
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