Las cifras asustan. Los cogoteros mataron a 90 personas en dos años. En tanto, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Miguel Vásquez, dio a conocer que luego de la aplicación del plan piloto de registro de taxistas y radiotaxis, mediante las Tarjetas de Identificación del Conductor (TIC), se ha podido conocer que 2.975 choferes del transporte libre cuentan con antecedentes penales.
Es que la muerte viaja en este tipo de vehículos. La víctima es tomada por sorpresa, una cuerda que pasa inesperadamente por el cuello le deja sin respiración, mientras otro de los delincuentes inmoviliza a golpes a la víctima hasta que éste entregue todo el dinero y objetos valiosos. Si el damnificado tiene suerte será arrojado del vehículo en movimiento en un lugar oscuro y podrá volver a respirar para contar la historia.
El “modus operandi” es el mismo. Un niño o una persona de aspecto confiable hace de voceador; el pasajero sube al minibús confiado y cuando está distraído llega el ataque. Muy pocos logran resistir la emboscada, porque los delincuentes actúan rápido, con brutalidad y sin contemplación. En aquel momento, el valor de la vida pasa a segundo plano porque el fin justifica los medios.