Otra vez fútbol en domingo

Después de un año y medio sin fútbol profesional, la hinchada de Wilstermann anoche festejó el ascenso a la Liga con la victoria que obtuvo el equipo sobre Guabirá por la mínima diferencia en el estadio Patria de Sucre, con gol del argentino Juan Carlos Ojeda, a los 69 minutos del partido, quien volvió para jugar los cotejos por el indirecto.

El club valluno tuvo que transitar un calvario para llegar a este objetivo y hasta en el compromiso extra vivió momentos de zozobra. La victoria se alejaba, pero pudo rearmar su juego y sitiarse en la máxima categoría, en su paso empujó a Guabirá a la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), entidad a la que vuelve después de su ascenso en 2009.

Wilstermann mostró poco en el primer tiempo, sus llegadas fueron controladas y sus remates timoratos. El control en esta etapa era de Guabirá, sus mediocampistas manejaron el balón a su propio ritmo y tuvieron más claridad, el error que frenó su avance fue que quedaron dos o tres de sus jugadores en ataque frente a los cuatro defensores aviadores.

El remate más peligroso del cuadro azucarero surgió del lateral Diego Bejarano, quien intentó mandar un centro, sin embargo la pelota cambió de dirección y chocó contra el travesaño.

Dejando a un lado esa jugada, los dos planteles tuvieron sus más claras oportunidades desde el tiro de esquina. En la mitad del primer tiempo Alexis Bravo cabeceó y la pelota salió cerca del palo, la defensa aviadora hizo una mala cobertura y el arquero Mauro Machado dudó en su salida.

La respuesta fue prácticamente la misma con un centro desde la esquina que cabeceó Marcelo Carballo y la pelota salió por la línea de meta, a centímetros del poste derecho, con un jugador wilstermanista llegando tarde para empujar el esférico.

Sin posibilidades para llevar peligro hasta el área contraria, Guabirá recurrió a los disparos de larga distancia percibiendo nerviosismo en Mauro Machado, esto quedó sólo en propósitos porque los balones fueron por encima del travesaño o alejados de los verticales.

En el complemento la preocupación pasó al lado del cuadro de Montero, su dominio improductivo era inquietante hasta perder el rumbo, y el partido iba hacía la imprecisión.

Nicolás Tórrez, otro argentino que regresó a Wilstermann sólo para estos cotejos, fue un jugador sin desequilibrio y el técnico Mauricio Soria, expulsado en el primer tiempo (39‘), ordenó el ingreso de Ojeda, una decisión trascendental porque el extranjero reactivó el ataque que perdía las ocasiones por falta de serenidad.

El delantero Carlos Vargas perdió ocasiones y comenzaron las rechiflas sobre su persona, como ocurrió desde que llegó a Wilstermann, pero su virtud estuvo en el pase de gol dentro del área a Ojeda para que éste encuentre su perfil izquierdo y mande un disparo preciso.

Guabirá utilizó todo su arsenal ofensivo con el ingreso de los atacantes José Padilla y Hugo Giménez, que se sumaron a los dos que ya estaban en la cancha. Pese a esto no logró el empate y la desesperación jugó en contra con la expulsión del defensor Carlos Tordoya (82‘).