Bogotá, (EFE).- Los funcionarios del Estado colombiano realizaron ayer una huelga de un día con protestas en las calles de las principales ciudades, para exigir al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos que negocie un pliego de peticiones salariales y de reformas que le presentaron a finales de 2010.
La jornada tuvo como protagonistas a más de 300.000 maestros agrupados en la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), por lo que la huelga dejó sin clases a unos nueve millones de alumnos de centros públicos.
“Fue una jornada beligerante, pero sin que se presentara ningún sobresalto”, afirmó el responsable de asuntos estatales en la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), Francisco Maltés.
En Bogotá, la Policía Metropolitana reportó que dos uniformados sufrieron lesiones leves al ser alcanzados por pequeñas bolas metálicas lanzadas por supuestos estudiantes universitarios en el centro de la ciudad.
Sin embargo, Maltés aclaró que en ninguna ciudad del país se presentaron problemas o roces de los funcionarios en marcha con las fuerzas de seguridad.
La gran mayoría del medio millón de empleados públicos de Colombia suspendió sus actividades o marchó por las calles de los principales centros urbanos, dijo el sindicalista, quien a primera hora había reportado que el paro se iniciaba “con todo éxito”.
El sindicalista explicó entonces que la jornada había comenzado con asambleas permanentes de empleados en aproximadamente el 90 por ciento de las entidades públicas del país, cuyos funcionarios civiles suman cerca de medio millón.
Las reuniones dieron paso a marchas por las principales ciudades, especialmente en Bogotá, donde los organizadores convocaron seis movilizaciones y una concentración conjunta en la céntrica Plaza de Bolívar que, según Maltés, reunió a unas 20.000 personas.
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