Una crónica dolorosa

Al ingreso

Por inmediaciones del estadio Hernando Siles comenzó a vivirse la fiesta del partido entre Bolivia y Chile. Desde temprano se podía ver el contraste entre quienes esperaban el inicio del encuentro y aquellos que presenciaban la entrada del Señor del Gran Poder.

En la plaza Tejada Sorzano, más conocida como plaza del estadio, los anuncios de las empresas comenzaban a colocarse, las filas en las ventanillas se formaban para adquirir las entradas del encuentro. Los vendedores comenzaron a promocionar sus productos, poleras, gorros, sombreros, cornetas, todos con los colores de Bolivia y Chile.

Cerca al medio día el paso para los vehículos se cortó por todas las vías de acceso al estadio miraflorino, la Policía nacional acordonó las calles para controlar el ingreso de cualquier objeto que pudiera ser utilizado como proyectil por los hinchas, y a la vez era el anuncio de que ningún vehículo podía ingresar a ese sector.

Las hinchadas comenzaron a llegar, no pasaba desapercibido que había un número inusual de seguidores de la selección chilena. Desde las 12:00 las calles aledañas al Siles comenzaron a teñirse de rojo por las camisetas de la selección visitante vestidas por sus seguidores.

En las graderías

La primera impresión negativa fue la silbatina que se produjo durante la entonación del himno a Chile. Esto fue retribuido por los rojos con cánticos y cornetas que sonaron cuando se entonaron las notas del Himno nacional de Bolivia.

En ese interín, las barras boliviana y chilena comenzaron a provocarse, particularmente en la curva sur del escenario, la Policía tuvo que ubicar a sus efectivos al medio de ambas barras para evitar enfrentamientos.

Al inicio del encuentro, cuando se desplegó una gigantesca bandera boliviana en el sector de general, se produjo el acto de falta de respeto más grande que se podía dar a nuestro país, cuando la enorme enseña patria llegó al sector de la barra de Chile, sus integrantes decidieron cortarla, de modo que se notó una enorme ruptura en el lienzo tricolor provocada por la afición visitante.

Al inicio del encuentro las dos barras comenzaron a dar aliento a sus equipos, y en cada jugada de ataque para Bolivia se escuchaban los gritos de ante la falta de concreción de gol. A esto la barra chilena festejaba y alentaba más a su selección.

Antes de finalizar el primer tiempo, el Siles se inundó en el silencio, chile anotaba su primera conquista ante la sorpresa de miles de seguidores de la verde que no terminaban de creer como es que había entrado ese gol.