Lo que nadie dice, pero lo que todos necesitan saber

¡Socorro! Suegros, consuegros, cuñados, concuñados, y demás familia. Cuando uno se casa, adquiere una familia entera al instante y con todo; sus tradiciones, costumbres y expectativas. Por tanto, la etiqueta es muy importante no sólo para la estabilización de la unidad familiar sino para la consolidación del respeto mutuo.

¿Cómo llevarnos bien?

Tu comportamiento. Compórtate de manera impecable en todo momento. Sea cual sea la provocación, mantén tus modales intactos.

Respeta sus tradiciones. Sé tolerante y respeta las diferencias. Si a tu nueva familia le gusta saludarse dando la mano, o abrazándose o dándose besos en las mejillas, trata de no romper las tradiciones y también hacerlo.

Niños. Enseña a tus niños a ser amables con sus abuelos y los otros familiares. Si debes dejarlos al cuidado de los abuelos, siempre debes anunciar tu llegada y haber planificado los horarios con antelación.

Relación de tu esposo (a). Cada familia tiene una dinámica diferente. Respeta la frecuencia con que tu esposo (a) mantiene contacto con sus padres o familiares así como tu mantienes con los tuyos. No interfieras.

Ocasiones especiales. Trata de recordar y asistir a todas las ocasiones especiales: cumpleaños, aniversarios, matrimonios u otras celebraciones de todos en la familia política.

Mantén contacto. Si tu familia vive alejada o en otra ciudad, es primordial mantener el contacto. Escríbeles una carta, envíales fotos y postales, emails y tarjetas de cumpleaños.

El respeto es un componente clave en el establecimiento de las buenas relaciones con tu nueva familia.

Muestra el mismo respeto hacia ellos que el que tú quisieras recibir. Ten en mente que familia política es ya familia de tus hijos y que no sólo “sus” padres, son tus padres; sino que “sus” padres son abuelos de tus hijos… ¡Respetos guardan respetos!