La noticia de perfil
No cabe duda de que soy un hombre de buena suerte, pues mi vida transcurre en estos días entre dos acontecimientos felices y gratuitos como son: bailar en honor de Jesús del Gran Poder y asistir como periodista a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos que se realiza en Tiquipaya (Cochabamba).
Lamentablemente, muchísimos no pueden compartir mi dicha, pues tienen que estar en un sitio o en el otro, pues carecen de una comadre cochabambina alegre y derrochadora como la que yo tengo, lo cual no le impide creer firmemente en que la OEA sirve para algo importante como incorporar las Islas Malvinas a la Argentina y devolver a Bolivia su condición marítima, según la feliz fórmula ideada por nuestro canciller Choquehuanca.
Ayer sábado me condujo en mi motocicleta Harley Davidson a la zona de Chijini, donde nos esperaban muy temprano nuestros compañeros de la Fraternidad “Los negritos simpáticos de Potopoto”, morenada en la cual mi comadre Macacha actúa como figura, luciendo blancas braguitas y un pollerín cada año más breve.
En atención a mi vejez prematura me dijo: “no se preocupe, compadre, usted muévase un poquito a mi alrededor y nadie se fijará en usted, y con su ojo que todavía ve cuide las joyas que yo luzco abajo y arriba y no permita que ladrones se me acerquen”.
Dije a mi comadre que la misión que me encomendaba era muy peligrosa, pero ella rápidamente me dijo que mi trabajo sería espléndidamente recompensado, añadiendo maliciosamente que la recompensa sería en dinero, lo cual agradecí.
Larga fue la entrada y muchos borrachos trataron de aplaudir a mi comadre en sus mejillas de abajo, pero yo lo impedí valerosamente.
Cuando el número de borrachos creció mucho, nos retiramos. Ella cubrió su cuasi desnudez con un buzo deportivo, recogimos mi poderosa motocicleta y nos dirigimos a Cochabamba para asistir a la Asamblea General de la OEA.
Al acercarnos a la ciudad, controles militares, policiales y civiles revisaron la motocicleta para comprobar si no llevábamos armas de fuego, cuchillos de cocina, cachorros de dinamita, etc.
También mi comadre fue revisada sin delicadeza alguna, lo cual provocó mi valiente protesta, después de lo cual me inspeccionaron a mí, pues les dije que yo siempre viajo armado, constatando que era una exageración mía.
Varios anillos de seguridad protegían el hotel “Regina”, donde se realizaba la importantísima asamblea.
Un llamado “auto de buen gobierno” había sido dictado por el gobernador Novillo, por el cual se prohibía reuniones de ciudadanos, marchas y manifestaciones. Desde las cero horas del sábado hasta el próximo martes se prohíbe el expendio y el consumo de bebidas alcohólicas, incluida la chicha cochabambina.
Al contemplar ese panorama desolador, mi comadre cochabambina me dijo casi llorando: “vámonos de aquí compadrituy, porque esta ciudad no es Cochabamba, es una ciudad sitiada para hacer creer a los cancilleres y embajadores de la OEA que Bolivia es una tasa de leche y que todos los bolivianos estamos conformes con el gobierno que tenemos y con la riqueza de la que disfrutamos...”.
Volvimos a La Paz para seguir bailando y enterarnos dentro de dos días que reconquistamos el mar perdido y de que en las Islas Malvinas flamea el pabellón argentino.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |