La Organización de los Estados Americanos (OEA) inaugura hoy el 42 período de sesiones de su Asamblea General con el tema de la seguridad alimentaria en primer orden de la agenda, pero con un fuerte debate sobre posibles reformas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como telón de fondo.
El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, en una rueda de prensa junto al canciller David Choquehuanca, reiteró ayer en Tiquipaya que la CIDH debe fortalecerse. “No hemos hablado precisamente de reformas, sino de fortalecimiento, porque no queremos dar la impresión de que se van a reducir o eliminar determinadas atribuciones de ninguno de los organismos del sistema”, afirmó.
Empero, fue claro en puntualizar que “no se va a imponer alguna reforma o transformación”, sino que el objetivo es mantener un diálogo.
En el encuentro de la OEA también figura el centenario diferendo marítimo boliviano-chileno. La Paz recurrirá al foro para reclamar una salida útil y soberana al Océano Pacífico, aunque Santiago insiste que entre los dos países no hay asuntos pendientes.