La fiesta con toque andino recorrió una vez más las principales arterias de la ciudad para deleite de unos y disgusto de otros, en una jornada radiante de sol, abundante comida, variedad de danzas y cierto desorden.
La fiesta se extendió hasta cerca de la medianoche, advirtiéndose el esfuerzo de las grandes fraternidades por mostrar variedad.
La danza de los wakatokoris Aymaras de Bolivia fue una de las muestras que tuvo mayor éxito, especialmente entre los cientos de visitantes que llegaron del exterior, por la significación de sus disfraces y la manera de moverse de las cholitas que llevaron hasta más de 20 polleras. En la calificación de EL DIARIO alcanzó el mayor puntaje.
Arrancó la jornada con los Suri Sicuris Fraternidad Porvenir Aymara. Imponente fue la presencia de la morenada “Señorial Illimani”, ganadora del pasado año que, a pesar de no ingresar en competencia, llenó de alegría y emoción a los espectadores.