Chile fue contundente a la hora de marcar los goles y recibió la colaboración del arbitro ecuatoriano Intriago, cuyas decisiones pesaron decisivamente en el curso del partido, en el que Bolivia tuvo el balón, pero careció de efectividad.
El equipo verde mereció largamente la ventaja en el primer tiempo, pero entre la falta de definición de Jhasmany Campos y los desaciertos del juez, quien ignoró dos penales y no echó del terreno a un defensor chileno por falta evidente sobre Ricardo Pedriel, se fueron diluyendo las esperanzas, hasta que Carlos Aránguiz anotó el primero a los 47 del primer tiempo.
En el complemento el juez echó del terreno a Luis Gutiérrez en otro de sus actos de manifiesta parcialidad con el equipo visitante y colocó la cereza en la torta al ignorar la jugada en la que el delantero chileno se llevó con la mano el balón al área boliviana, jugada que culminaría Vidal para marcar el segundo.
Con esta nueva derrota, el equipo de Quinteros (que ve mal el partido y elige peor a sus jugadores), está virtualmente eliminado en este torneo y pasa a ser el convidado de piedra.