Washington.- Venus se interpuso ayer entre el Sol y la Tierra dejando ver su silueta deslizarse lentamente sobre la superficie del astro rey, un fenómeno que ayudará a los científicos a recopilar datos sobre el tránsito de los planetas y que no se repetirá hasta 2117.
Tal y como estaba previsto, Venus apareció tímidamente como un pequeño lunar recorriendo el disco dorado solar ante cientos de miradas de científicos y aficionados que le esperaban para seguir su trayecto que duró cerca de siete horas.
El fenómeno, retransmitido por la NASA en directo, fue visto en casi todo el planeta excepto en África y gran parte de América del Sur.
Este fenómeno, que se denomina tránsito planetario, tiene lugar cuando el Sol, Venus y la Tierra se alinean en ese orden, de forma que el planeta bloquea parte de la luz que emite la estrella, sin llegar a ser un eclipse ya que la porción que cubre es muy pequeña como muestra la fotografía donde Venus es un pequeño punto que se aprecia ante el Sol.
El Sol, Venus y la Tierra se alinean en raras ocasiones debido a que las órbitas alrededor del Sol de estos planetas están ligeramente inclinadas la una respecto a la otra y llegan a “desincronizarse”, según explicó a Efe, Adriana Ocampo de la división de Ciencias Planetarias de la NASA.