Uno de los puntos focales del rostro son los labios y, a pesar de que en la actualidad existe infinidad de métodos para transformarlos en sexys y carnosos, muchas veces nuestra economía no nos permite darnos ese lujo. Pero, como para todo problema existe una solución sólo sigue al pie de la letra los consejos de hoy.
Delinea y pinta los labios con un lápiz labial grueso dándoles una forma irregular, finalmente aplica el brillo y pasa los dedos para extenderlo. Así obtendrás unos labios tan sensuales como lo de Angelina Jolie.
Otra alternativa es aplicar maquillaje (color de la piel) en el contorno de los labios para desaparecer los límites y utilizar un delineador marrón claro por encima de la línea natural de los labios, de esta manera es posible lograr un efecto volumen muy sutil y bonito. Además, es necesario usar lápiz labial al terminar el procedimiento.
CUIDADO ESPECIAL
• Exfoliación: Como el resto de tu piel, los labios también necesitan ser exfoliados. Existe en el mercado una amplia gama de exfoliadores específicamente para ésta delicada parte de tu piel. Si no tienes dinero, toma una pizca de azúcar o bicarbonato, y con los dedos frota delicadamente tus labios. También puedes frotar suavemente con un cepillo de dientes.
• Acondicionado: Una vez de exfoliar tus labios, hidrátalos con un bálsamo humectante de los que se venden en todas las farmacias, y que usualmente se usan solamente para los labios partidos.
• Protección: Antes de salir a la calle recuerda ponerte una crema con un factor de protección solar de 20 si no deseas que te salgan lunares o manchas por los intensos rayos del sol. Aplica el bálsamo o protector solar antes de tu labial.
Para una protección máxima, alimenta tus labios con un brillo labial de fresa preparado por ti misma, lo que permitirá darles un aspecto joven, saludable, suave y brillante. Este brillo también es una buena opción para las mujeres que no les gusta usar los clásicos lápices labiales que lucen menos naturales.
BRILLO PARA LABIOS
1 cucharada de aceite de almendras
1 cucharada de fresas frescas
½ cucharada de miel
¼ cucharada de aceite de vitamina E
Combina todos los ingredientes y ponlos en un recipiente resistente al calor. Calienta la mezcla en una olla de doble fondo hasta hervir. Remueve bien y aplasta las fresas. Deja reposar la mezcla durante cinco minutos para luego colarla. Una vez fría, vacía el preparado en un recipiente limpio y tápalo. El brillo de fresa está listo para cuando desees usarlo.
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